Botas: Musiala (2mi), Kleindienst (23mi y 79mi), Havertz (37mi), Wirtz (50mi y 57mi) y cuerdo (66mi)
Tres goles marcados en la primera parte, cuatro en la segunda.
Y, evidentemente, cero cobros: con motivo de la quinta jornada de la Liga de las Naciones, Alemania firmó un perfecto contra Bosnia. Muy superiores e hiperdominantes, los locales abrieron el marcador en el segundo minuto: tras un centro del capitán Joshua Kimmich, un cabezazo de Jamal Musiala marcó el primer gol del partido. A pesar de las paradas de Nikola Vasilj o de las (raras) ocasiones contrarias (Nail Omerovic, Armin Gigovic), los favoritos despegaron gracias a un disparo desviado de Tim Kleindienst y gracias a un Kai Havertz bien servido por Florian Wirtz.
Pasador de Wirtz y luego doble anotador
Entonces, el equipo nacional Lo volvió a hacer tras el descanso: el mismo Wirtz se ofreció un doblete rápido (incluido un magnífico tiro libre), antes de que Leroy Sané aprovechara una falta con la mano del portero visitante para anotar el punto. Finalmente, Antonio Rüdiger envió un caviar a Kleindienst, a quien no se le preguntó cuando llegó el momento de clavar el séptimo peón. Suficiente para complacer a Julian Nagelsmann, su innovador entrenador, que ya había clasificado a su equipo para los cuartos de final de la competición y que tiene claramente la intención de llegar hasta el final de la prueba.
El primero del grupo contra el último, se respetó la lógica.
Julian Nagelsmann, tiempo de experimentar
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