Cuanto más dióxido de carbono generamos y más lo absorben los océanos, más cambia el equilibrio del pH del agua, lo que puede estresar a los corales. “Nuestra crisis climática está calentando y acidificando los océanos, y esto está carcomiendo los corales de todas partes, incluido este megacoral”, lamenta Enric Sala.
Los corales utilizan el carbonato de calcio presente en el agua para formar su esqueleto. Entonces, cuanto más ácida se vuelve el agua, más difícil es para estos organismos volverse robustos y tener buena salud.
“Al igual que en los seres humanos: si no tienes suficiente calcio y carbonatos, acabas teniendo osteoporosis, por lo que tus huesos empiezan a descomponerse y pueden volverse quebradizos”, explica Helen Findlay. Lo mismo ocurre con los corales si no cuentan con las condiciones adecuadas. »
“Tienes este pilar de la vida que todavía está ahí”, explica Molly Timmers. Te da esta maravilla, esta esperanza. Basta observar su tamaño (un megacoral) y el hecho de que estaba sobreviviendo en un área que no era particularmente saludable. »
Este último cree que la ubicación del coral, en aguas más profundas y frías, protegidas por un talud y un banco, podría ser la clave de su buena salud. “Está realmente en un punto óptimo”, observa.