En los minutos suplementarios del partido, los jugadores de Kosovo, por iniciativa de Amir Rrahmani, abandonaron el campo, acusando haber sido atacados por la afición rumana con objetos.
“Los hooligans rumanos arrojaron objetos duros – la policía entró al campo. La policía rumana entró al campo (no fue el caso – no), mientras que los hooligans rumanos arrojaron objetos duros (no se vio en las imágenes – no) .
Los jugadores kosovares entraron al vestuario porque su seguridad está al mínimo nivel”escribieron los de Telegrafi.
Los kosovares culpan a la afición rumana
Más tarde, los kosovares matizaron su historia, acusando a los seguidores rumanos de cánticos racistas: “Los aficionados rumanos lanzan cánticos racistas (los periodistas de PRO TV presentes en el estadio no confirmaron la información, no), el partido se interrumpe.
El partido entre Rumanía y Kosovo fue interrumpido y los aficionados rumanos corearon consignas racistas (información no confirmada por los periodistas presentes en el estadio, no).
Los aficionados locales entraron al campo (no fue así, no), arrojaron las sillas del estadio y gritaron: “Kosovo es Serbia” (sin confirmar, no)”.escribieron también los kosovares.
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