Inundaciones en garajes, locales comerciales y viviendas de planta baja, desbordes de arroyos y ríos, cortes de carreteras y grandes charcos de agua en las calles son las consecuencias más destacables de las precipitaciones.
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Las tormentas en España provocaron el miércoles cierres de escuelas y cancelaciones de trenes, dos semanas después de que inundaciones repentinas en Valencia y otras partes del país mataran a más de 220 personas y destruyeran miles de hogares.
En la provincia de Málaga, en el sur de España, las calles se inundaron y 3.000 personas cerca del río Guadalhorce fueron trasladadas de sus hogares como medida preventiva.
No hubo informes de muertes.
El meteorólogo español AEMET puso a Málaga en alerta roja, diciendo que se habían acumulado hasta 70 mm de lluvia en una hora.
Partes de la provincia de Tarragona, en el este, también sufrieron fuertes lluvias y permanecieron bajo alerta roja.
La previsión en Málaga retrasó el inicio de la final de tenis de la Copa Billie Jean King entre Dolores y Polonia, que estaba fijado para el miércoles.
El sistema tormentoso que afecta a España está provocado por el aire cálido que choca con el aire frío estancado y forma potentes nubes de lluvia.
Los expertos dicen que los ciclos de sequía e inundaciones están aumentando con el cambio climático.
En respuesta a las devastadoras inundaciones en España, el Parlamento Europeo debatió el miércoles medidas para fortalecer la resiliencia de la UE ante fenómenos climáticos extremos y brindar apoyo a los afectados por el desastre.
“Debemos asegurarnos de que estamos preparados cuando ocurra el próximo desastre, porque ya vivimos en una era de crisis”, dijo el Comisario europeo para la Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, añadiendo que “Europa es el continente que se calienta más rápido del mundo”.
El debate se centró en mejorar la respuesta de la UE a la crisis, particularmente en regiones cada vez más vulnerables a los acontecimientos provocados por el clima. Esperaba subrayar el compromiso de la UE de mejorar los esfuerzos de adaptación climática en todos los Estados miembros.
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