Ya evacuado por primera vez el martes 12 de noviembre hacia las 18 horas, el instituto Félix-Mayer de Creutzwald sufrió una nueva amenaza de bomba menos de 24 horas después de la primera. Este miércoles, alrededor de las 16 horas, una llamada telefónica realizada a la secretaría del colegio, informando de un explosivo escondido dentro de un edificio, exigió la evacuación de los estudiantes presentes y de los profesores. El día anterior la convocatoria se había duplicado. La brigada de gendarmería de Creutzwald también fue la destinataria del mensaje. Allí se habló de dos bombas escondidas en el interior del instituto, aunque la gran mayoría de los estudiantes ya habían abandonado el recinto. Allí sólo quedaban los pasantes y miembros del equipo educativo.
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Una investigación abierta
En dos ocasiones, los gendarmes, apoyados por soldados del PSIG (Pelotón de Vigilancia e Intervención de la Gendarmería) de Creutzwald, se movilizaron en gran número para realizar todos los controles necesarios antes de permitir a los estudiantes regresar al lugar. Bulos que la policía apenas aprecia. El comandante de la compañía de gendarmería de Boulay-Moselle pide “poner fin a estas falsas alarmas”. “Esto moviliza a mucho personal en detrimento de otras víctimas”, recuerda el jefe de escuadrón Halfon. Se están realizando investigaciones para rastrear el origen de las llamadas y encontrar a sus autores.
Recordemos que estas llamadas maliciosas constituyen un delito punible con hasta 2 años de prisión y una multa de 30.000 euros.
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