Miércoles, 13 de noviembre 2024, 13:13
| Actualizado 18:36h.
Día en vilo para comprobar el estado de los cauces y arroyos, con el epicentro de la preocupación en Campanillas. Sin embargo, a partir de las cuatro de la tarde, el barrio pudo respirar al ver cómo en unas horas había bajado de nivel rojo a amarillo. En cambio, el Benamargosa, junto a la pedanía del Salto del Negro (160 habitantes) ha disparado su nivel y baja en el citado punto con casi 3 metros de profundidad y 185,17 metros cúbicos (185.000 litros) por segundo, según los aforos de Cuencas Mediterráneas Andaluzas. Una hora después, a las cinco, ya acarreaba 621.000 litros por segundo. Este municipio también ha sufrido desbordamientos parciales. A las seis de la tarde, ambos cauces mantenían las alertas pero la tendencia era a bajar.
Los pronósticos durante todo el día han ido cumpliéndose por ahora y la lluvia está apretando de manera progresiva en la provincia. Primero fueron zonas de la Axarquía y Guadalhorce y, según ha ido avanzando la mañana, las precipitaciones han ido haciendo acto de presencia en el resto del territorio.
La cierta normalidad se mantuvo hasta mediodía. El riesgo de desbordamiento, otra vez, en el Campanillas es más que evidente. El agua sube a gran velocidad en este afluente del Guadalhorce, lo que ha obligado a nuevos desalojos esta mañana. A la una de la tarde pasaba de 2 metros de profundidad y alcanzaba los 85.000 litros por segundo. Nivel naranja de riesgo. Pero es que una hora después marcaba 157.000 litros. Casi el doble. Nivel rojo y 3,20 de profundidad. Una hora después, por suerte, 2,10 de profundidad y 74.000 litros. Y ahora va camino de salir de la alerta. Bajada a 36.000 litros por segundo a las cinco.
«Ante el posible desbordamiento del río Campanillas por la intensificación de las lluvias entre 14.00 y 16.00 horas, siguiendo indicaciones de la Junta de Andalucía, se va a proceder al desalojo de las viviendas ubicadas en la ribera de dicho río, en el distrito de Campanillas», señaló el Ayuntamiento a través de las redes sociales.
A la una del mediodía, el barrio estaba desierto. Ni un alma por las calles, los comercios estaban cerrados y las persianas, bajadas. El recuerdo del pasado, Gloria y más recientemente la última DANA, amenaza con repetirse y ante el riesgo de que se desborde el río se están tomando todas las precauciones posibles para evitar daños materiales y personales.
Vehículos de la Policía Local y Protección Civil patrullan el barrio para asegurarse que las personas que no han sido desalojadas de las zonas de máximo riesgo permanezcan en el interior de sus casas.
Sobre el terreno, ya hay maquinaria pesada para prevenir los posibles efectos de un desborde. Las calles más cercanas al río ya están cortadas y acceder a Campanillas es ya, a estas alturas, complicado. Tanto en la carretera como en la autovía hay balsas de agua que hacen peligroso la circulación con vehículos.
En la madrugada del martes al miércoles, el Ayuntamiento ya había desalojado a vecinos de las zonas más cercanas al río. Este desalojo se ha ampliado ahora, al ver que la lluvia de la DANA está pegando fuerte en esta zona.
Provincia
La configuración orográfica de Málaga, una provincia muy montañosa con cotas altas cerca de la costa, hace que las crecidas se produzcan de manera muy rápida tanto en los ríos como en sus arroyos tributarios. Además es un fenómeno que conlleva numerosos arrastres, con gran acumulación y sedimentos, lo que multiplica los efectos devastadores.
De momento, según fuentes autonómicas, los cursos de arroyos y resto del ríos bajan rápidos y crecidos pero sin incidencias reseñables, algo que refrendan desde Acosol respecto a su zona, entre Torremolinos y Manilva, donde también tienen constituido un seguimiento de la tromba.
En la capital, Emasa ha atendido más de 300 incidencias y los operarios trabajan a destajo para tratar de mitigar el impacto de la gota fría. Arroyos como el Jaboneros o el de la Caleta se han desbordado parcialemente y el Guadalmedina bajaba con mucha agua. En todo caso, el río no es un problema porque puede jugar con la apertura y cierre de desagües de fondo en función del episodio. También fluía turbio y embravecido al mediodía, hasta el punto de que muchos curiosos se preguntaban si realmente ocurría algo. Sin embargo, a las seis de la tarde se desbordó aguas arriba del pantano del Agujero, lo que demuestra la utilidad de haber construido este pantano en 1907 y El Limonero en 1983. El río se ha desbordado en el acceso a Casabermeja por el puente de la urbanización del Alcaide, según ha informado el Ayuntamiento.
En El Limonar, imágenes espectaculares llegaban desde el Colegio Madre Asunción. Varios garajes se han inundado, según el testimonio de algunos vecinos. A su vez, el Paseo de Sancha, en torno a la Subdelegación del Gobierno y el Parque San Antonio, ha quedado impracticable, hecho un verdadero lodazal. Lo mismo ocurría con las bajadas por Limonar y Miramar.
El puente peatonal con forma de arco que cruza la desembocadura del Jaboneros, también eran un constante fluir de agua. Muchos paseantes se asomaban a las tirantas de esta estructura.
Subidas
Los primeros aforos horarios ofrecidos por la red Hidrosur se encontraban dentro de la más absoluta normalidad hasta las 12 de las mañana. A partir de ahí, los caudales han empezado a marcar registros con tendencia al alza, pero está empezando a haber problemas con las mediciones, lo que suele deberse a cambios drásticos. Se esperan subidas importantes en toda la cuenca del Guadalhorce y en afluentes como el Grande.
Las autoridades recomiendan a toda costa evitar las márgenes de los ríos y arroyos, los vados y aparcar los vehículos en las proximidades.
En el Campanillas, mucho ha mejorado la situación tras la puesta en carga de Casasola (Almogía), pero hay un punto conflictivo en la confluencia del río con el arroyo Los Pilones, que a su vez vierte a la minipresa de El Tomillar, que ejerce como depósito regulador. Durante la tormenta Gloria, en 2020, Casasola ganó 4 hm³ y no hubo que abrir compuertas. Hubiera sido fatal. Con la lección aprendida, manda la prevención y de ahí los desalojos para evitar males mayores.
Sobre la obra necesaria, no hay grandes avances. Tan sólo actuaciones promovidas por el Ayuntamiento en calles como Adonis. Sin embargo, un grupo de promotores, para agilizar trámites, ha contratado los primeros estudios del encauzamiento a través del despacho de arquitectura de Ángel Asenjo. Además de la seguridad de los vecinos, miles de viviendas dependen del desbloqueo de la huella inundable. En este caso, la Junta asegura que es una obra que no está declarada de interés autonómico, pero estaría dispuesta a colaborar con fases.