El lunes 11 de noviembre, Christine Bravo habló con sus suscriptores de Instagram para brindarles una actualización sobre su estado de salud. De hecho, el anfitrión ha sufrido un “horrible” operación para tratar problemas de espalda, sin dejar de comparar su dolor con el de… sus animales.
El fin del gran sufrimiento. La semana pasada, Cristina Bravo Levantó el velo de sus suscriptores de Instagram sobre la enfermedad que la afecta desde hace muchos meses, ella que se exilió en Córcega con su marido Stéphane Bachot. Si bien los médicos inicialmente le diagnosticaron una hernia de disco, la presentadora en realidad sufre una enfermedad del disco que casi le impide levantarse de la cama. “Me quedé en la cama sin parar, tomando analgésicos.” confió, a pesar de que le habían puesto un corsé de metal para usarlo durante 3 meses. Pero ya no se pudo hacer nada, Christine Bravo tuvo que pasar por el cuadro de operaciones quirúrgicas: “Como me ves, Me ves feliz, porque estoy totalmente colocado. sufro terriblemente y aconsejo a todas las personas que sufren de L4/L5, estas dos vértebras, someterse a cirugía en lugar de infiltracionesgimnasia… y sufrir y prolongarlo”, ella confió.
“Cuando pienso en la dignidad de mis cabras”
Por lo tanto, la presentadora pasó por el quirófano el pasado fin de semana y no dejó de informar a sus suscriptores este lunes, en plena recuperación: “Me acaban de joder 2 estacas de titanio entre 2 vértebras, nivel L4/L5. Se llama artrodesis. ¿Duele? NO, es simplemente HORRIBLE. A su lado, la separación de Ravaillac le hacía cosquillas. Breve. Parece que va a pasar“, confió, todavía desde su habitación del hospital.
Más sorprendentemente, Christine Bravo quiso comparar su dolor con el de… sus cabras en Córcega, atacadas por un zorro. “Cuando pienso en la dignidad de mis cabras, que después de ser despedazadas por un zorro, no gemí, no gemí, no lloré…y que le sonrieron al veterinario mientras le cosían, y ni hablar de mi perro corneado por un jabalí, con la mandíbula colgando, que meneaba la cola durante el tratamiento, me siento miserable“, añade. El columnista de Laurent Ruquier sin duda estará ansioso por encontrar la cabezas grandes para volver a este momento particular.
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