La dualidad del mercado de divisas argelino sigue ilustrando las disfunciones estructurales de la economía nacional. Un análisis de los precios tomados al inicio de la semana revela una situación particularmente preocupante, donde las diferencias entre las tarifas oficiales e informales alcanzan niveles históricos.
Los datos del 11 de noviembre reflejan disparidades notables. En el mercado informal de la plaza Port-Saïd (Argel), auténtico barómetro de las tensiones monetarias, el euro alcanza un máximo de 255 dinares para la venta, mientras que el Banco de Argelia mantiene un tipo oficial de 143,72 dinares. Esta diferencia indexada de casi el 77% constituye un indicador alarmante de la depreciación de facto del dinar.
El dólar americano, moneda de referencia para las transacciones internacionales, no es ajeno a esta dinámica inflacionaria con un tipo paralelo de 238 dinares, un diferencial del 78% respecto al tipo oficial de 133,43 dinares. Esta situación refleja una presión constante sobre la moneda nacional.
Impacto en la economía real: profundas repercusiones
Ante esta dualidad del mercado cambiario, las perturbaciones en los circuitos comerciales afectan directamente a los importadores, quienes sufren mayores costos de transacción, trasladados a los precios al consumidor. Según un investigador en economía aplicada, “las distorsiones monetarias generan profundas repercusiones en la economía nacional”.
También subraya que “la erosión de la competitividad, debido al tipo de cambio sobrevaluado, penaliza fuertemente a los exportadores no exportadores de hidrocarburos y compromete la diversificación económica”. Además, esta creciente brecha entre el mercado oficial y el paralelo favorece el desarrollo de la economía informal.
Los desafíos monetarios de Argelia ante la crisis económica
Esta crisis se produce en un contexto macroeconómico particularmente complejo. Las proyecciones recientes del FMI, a pesar de un crecimiento anunciado del 3,8%, ocultan vulnerabilidades estructurales preocupantes. La economía argelina sigue siendo críticamente dependiente de los hidrocarburos, que representan el 86% de las exportaciones. Las reservas de divisas, aunque alcanzan los 71.780 millones de dólares, están bajo presión constante, mientras que la balanza comercial sigue debilitada por la volatilidad de los precios del petróleo.
En este contexto, para nuestro experto, “el Banco de Argelia se enfrenta a un triple desafío: mantener la aparente estabilidad del dinar, gestionar la presión sobre las reservas de divisas y contener la inflación al 5,0%”. Para hacer frente a estos desafíos, nuestro interlocutor recomienda “una progresión gradual del régimen cambiario hacia un sistema más flexible” y subraya la necesidad de “modernizar los mecanismos del mercado y fortalecer el marco regulatorio”.
Finalmente, concluye que “la diversificación económica y la mejora del clima de negocios constituyen los pilares fundamentales de cualquier reforma duradera”, insistiendo en la importancia de “una política monetaria repensada a través del fortalecimiento de la independencia del Banco central”.