Ya está, se acabó… O casi. Es hora de hacer balance de esta decimonovena temporada de “L’Amour est dans le pré”. Para saber qué parejas perduraron y cuáles se separaron, Karine Le Marchand organizó un encuentro con los candidatos en un camping de Arcachon para “hacer balance de este año loco”. Y con razón, en 2024 la cosecha es más que buena, ya que se han formado ocho parejas (y se desvelará en las dos partes del reportaje, emitido este lunes por la noche y el 2 de diciembre). “Estamos cerca del récord”, se alegra el presentador.
Primero, sin mucha sorpresa, son Flavie y Valentin quienes llegan, siempre en parejas. La joven vendedora de 21 años se enteró durante el rodaje de que tenía cáncer y que tenía que someterse a quimioterapia e inmunoterapia al mismo tiempo que mantenía una relación incipiente. ¡Pero su relación se mantuvo! Valentín, el gran osito criador de vacas, sigue ahí y están más enamorados que nunca a pesar de los golpes del destino.
“Me siento mejor, estoy llegando al final de mi tratamiento, sólo me queda más quimioterapia por hacer”, le anuncia a Karine Le Marchand. Por el momento, los agapornis aún no conviven juntos. Como sus hogares estaban a solo una hora el uno del otro, decidieron verse durante el fin de semana para orientarse mientras esperaban lo que sucedería a continuación. Si Valentín no quiere casarse porque “sería demasiada gente para invitar”, ya se ve a sí mismo como padre en los próximos cinco años.
Stéphane finalmente en una relación
Si los espectadores esperaban ver a Stéphane llegar con las manos vacías, ya que sus dos pretendientes habían huido tras oírle defender su visión de una vida de pareja totalmente unida, aquí lo tenemos en una relación de pareja. Nos presenta a Nejma, que había escrito directamente al granjero de los Vosgos después de verlo en el programa. Y prueba de que funciona bien es que Stéphane no puede evitar derramar algunas lágrimas en cuanto ve llegar a su bella morena. Y son tan adictos el uno al otro que incluso combinan los colores de sus atuendos.
Desafortunadamente, los dos agricultores de este año no tuvieron la suerte de encontrar zapatos que se ajustaran a sus pies. Karell lo habrá intentado todo con Claude, incluso yendo de vacaciones fuera de cámara a Marruecos. Pero la escapada acabó con la posibilidad de estar juntos. En cuanto a Manuela, la criadora de gallinas ornamentales, acabó tomando conciencia de su incompatibilidad y de su “handicap de felicidad”. Pese a todo, la ex notaria asegura que no se arrepiente de haber participado en el espectáculo, secándose algunas lágrimas.
¡Una propuesta de matrimonio, de rodillas!
También hubo lágrimas en la historia de Mickaël du Morbihan y Nadia, su novia. Sabíamos que eran compatibles desde que se enamoraron de las citas rápidas, pero la sorpresa sigue siendo grande en esta evaluación. Después de hacer balance de su relación, Mickaël le pide que se case con él, ¡de rodillas! “Eres mi alter ego, eres yo, tu presencia me tranquiliza”, le dice en una secuencia muy romántica. Nadia, verdaderamente sorprendida, no pudo contener las lágrimas. Para ellos no hay tiempo que perder: ya se han mudado juntos desde el inicio del año escolar y han invitado a todos los demás candidatos a la boda.
Balance final con la perfecta relación entre Bruno y Clémence, la pareja de Oise que derritió los corazones de los fans del programa. Desde las citas rápidas y su amor a primera vista frente a las cámaras, no hay inconveniente. Clémence, preocupada desde ese momento, actuó a la perfección. Ella adora a su padrastro, provienen del mismo entorno y se adoran. Su viaje a Portugal también fue muy bien. En el camino hacia la felicidad, nada parece detenerlos. Están planeando una boda y un bebé.