Rodrygo, lesionado. Otra vez. Sucedió ligeramente superado el cuarto de hora, corriendo, sin más. No fue ni un golpe, ni un disparo. Mala suerte. Se quedó clavado en el césped, miró al banquillo y pidió el cambio. Las pruebas confirman que tiene una lesión en el recto femoral derecho; un músculo perteneciente al cuádriceps. Y una zona diferente a la que acababa de sanar (justo volvía a la titularidad tras una lesión en los isquios de la pierna derecha). El jugador se echó las manos al rostro y enfiló el banquillo cerca del llanto. Muy tocado. Estará, mínimo, un mes de baja.
Al llegar al banquillo, se rompió. Los jugadores le rodearon, transmitiéndole cariño. Pero sirve de poco. Era su oportunidad y lo sabía: Rodrygo volvía a la titularidad tras dos partidos (se perdió el Clásico y fue suplente contra el Milan). Este sábado debía servir como argumento para reforzar que el equipo debe jugar con tres en ataque y no dos. Que la titularidad debe ser suya, aunque eso suponga no jugar con cuatro centrocampistas. Las lágrimas hacen referencia a la impotencia.
Segunda lesión
Y es que no está siendo una temporada fácil para él: es su segunda lesión, tras perderse el Clásico con una pequeña rotura en los isquios de la pierna derecha. Van 15 partidos, con tres goles y dos asistencias. Con todo, no es habitual que las molestias musculares interrumpan su paso. Antes de este curso, hay que remontarse hasta febrero de 2023 para encontrarle una lesión que le impidiese jugar. En aquel momento fue un problema en la cadera y sólo se perdió un encuentro. Desde entonces, alguna molestia menor y reposos, pero siempre sin gravedad.
Sin parón con Brasil
El año pasado, sin ir más lejos, se fue a los casi 5.000 minutos entre el Madrid y Brasil, jugando 69 partidos y descansando únicamente en cuatro. Con la elástica blanca disputó 3.707′, el tercero que más. Pero ahora, tendrá que parar de nuevo. Rodrygo estaba convocado por Brasil para jugar ante Venezuela y Uruguay, pero no podrá ir. Esta lesión, mínimo, le impedirá durante un mes. Mínimo. Lo han confirmado las pruebas médicas.
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Lucas Vázquez, aductor
Además de Militao (rodilla derecha) y el propio Rodrygo (recto femoral derecho), Lucas Vázquez también se ha lesionado. Diluvia sobre mojado, en un sábado pesadillesco. Digno de un mal de ojo. El lateral se tiró al césped superada la media hora, pidiendo el cambio. No podía. Es el aductor izquierdo. Pero la situación ya era tan dramática (iban dos pausas), que el cuerpo técnico optó por un remedio de urgencia: colocarle un aparatoso vendaje que le permitiera aguantar, al menos, hasta el descanso.
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Sucedió, pero de mala manera. Lucas Vázquez volvió al césped sin apenas poder correr, sin poder golpear. Colocándose de extremo derecho (Valverde hizo las veces de lateral) y siendo un futbolista prácticamente testimonial. Al llegar el descanso, cambio: entró Modric, quedando Valverde como lateral derecho definitivo. Conviene recordar que en esta convocatoria no entró ni David Jiménez, ni Loren, Ni Fortea. Ninguno. La situación apunta a que tendrán que hacerlo más pronto que tarde. Lo de Lucas Vázquez será, mínimo, tres semanas. Siendo factible que se vaya al mes. Ese es el arco. Lesión en el aductor izquierdo.
Momento Fortea
Y es que ya es por obligación. Sin Carvajal y sin Lucas Vázquez, no hay laterales derechos. Y sin Militao, también se cae ese comodín. Un destrozo. A corto plazo la solución ha sido ubicar ahí a Valverde, pero es un parche. La realidad es que todo apunta a un ascenso por decreto de algún canterano, siendo Fortea el mejor posicionado (ya entrena con los mayores, pero aún no ha debutado en una convocatoria). Las otras opciones serían David Jiménez y Loren. Pueden ser pocos partidos, de quedarse en tres semanas, pero Butarque y Anfield están casi descartados para Lucas. Casi nada.