En su amplio informe sobre las finanzas en África, el Banco Europeo de Inversiones confirmó que Marruecos se caracteriza por un sistema bancario desarrollado y bien establecido, considerado el más profundo del continente. Prueba de ello es el elevado porcentaje de crédito (préstamos, bonos…) dirigido al sector privado, que alcanza el 88% del PIB, superando significativamente a otros países del norte de África, como Túnez, Egipto y Argelia registraron el 62%, el 31% y 21% % respectivamente.
El informe indica una clara discrepancia en el desempeño de las economías del Magreb. Mientras Marruecos asiste a un crecimiento simultáneo de los precios al consumo y del crédito al sector privado del 6% en 2023, Argelia y Túnez sufren una caída real del crédito. Esto se debe a las altas tasas de inflación en estos dos últimos países, que superaron el crecimiento del crédito en un gran porcentaje (9% en comparación con 5% en Argelia y 4% en Túnez, respectivamente).
Según la misma fuente, el sector bancario marroquí disfruta de una relativa flexibilidad financiera en comparación con sus homólogos de la región, ya que el porcentaje de préstamos dudosos registró un nivel moderado del 8,6% durante el año 2023. Sin embargo, la crisis sanitaria reveló parte de los desafíos que enfrentan algunas empresas privadas para pagar los préstamos preferenciales que obtuvieron durante la pandemia de COVID-19.
A diferencia de Marruecos, Argelia sufre una situación financiera más frágil, ya que registró el porcentaje más alto de préstamos morosos en la región del Magreb, que alcanzó alrededor del 20% del total de préstamos. Para cubrir estas crecientes pérdidas, los bancos argelinos se vieron obligados a aumentar sus asignaciones en un 50% hasta finales de 2022.
La misma fuente explicó que el porcentaje de préstamos morosos en Túnez ascendió al 12,6% del total de préstamos en 2022, mientras que Egipto registró el porcentaje más bajo de la región, alcanzando el 3,3% a finales del tercer trimestre de 2023, según el Banco Central de Egipto.
Los préstamos morosos en Egipto han seguido disminuyendo en los últimos años, incluso durante la pandemia de Covid-19, gracias a las medidas de apoyo del gobierno, una mejor gestión de riesgos y un mecanismo de arbitraje establecido por el Banco Central, explicó BEI.
El informe considera que los bancos marroquíes se beneficiaron de un entorno operativo favorable, ya que los altos tipos de interés y la abundancia de depósitos de bajo coste contribuyeron a aumentar sus beneficios. Como resultado, la rentabilidad del capital contable aumentó significativamente, alcanzando el 11,8% en el primero. mitad de 2023, frente al 10,9% en 2013. 2022.
El documento añade que la expansión geográfica de los principales bancos marroquíes ha contribuido a reforzar su presencia regional, ya que actualmente poseen activos en unos 45 países del norte de África y del África subsahariana. Estos activos extranjeros representan también alrededor del 27% de sus activos totales. , lo que refleja su creciente importancia en las estrategias de crecimiento de estos bancos.
La misma fuente confirmó que el sistema bancario marroquí incluye 24 bancos, incluidos 5 bancos islámicos, y los activos totales del sector representan alrededor del 130% del producto interior bruto, lo que refleja la fortaleza financiera de Marruecos a nivel regional e internacional.
El sistema bancario marroquí se caracteriza por una alta concentración, con tres instituciones financieras que controlan alrededor del 62% de los activos totales. A pesar de esta concentración, la proporción de bancos públicos ha experimentado una disminución significativa en las últimas dos décadas, cayendo del 40% en 2002 al 22%. % en 2023, lo que refleja… Mayor diversidad en la propiedad y orientaciones económicas.
A pesar de los éxitos alcanzados por el sector bancario marroquí, se enfrenta a importantes desafíos que amenazan su estabilidad. El más destacado de estos desafíos es la fuerte dependencia de los prestatarios soberanos, ya que las deudas bancarias con el sector público constituyen una gran proporción del producto interno bruto, que asciende a alrededor del 58%, y esta dependencia hace que el sector bancario sea vulnerable a los riesgos de deterioro. en las condiciones financieras del estado.