Este sábado 9 de noviembre de 2024, los vecinos de Tréboul, en Douarnenez, se despertaron en estado de shock. Uno de los apartamentos del edificio Kermabon HLM se incendió y dos personas perdieron la vida.
Jean-Claude vive en el número 12, en uno de los dos callejones contiguos a aquel donde se encuentra el apartamento afectado por el incendio: “Me levanté esta mañana a las 6 de la mañana, tomé un zumo en la cocina y afuera, el Los reflejos en los coches atrajeron mi curiosidad. Abrí la puerta del patio para ver de dónde venían las luces y olí un fuerte olor a quemado. Me incliné y el apartamento de abajo (en el callejón de al lado, ndr) estaba en llamas, salía por todos lados (…) ¡ya no podíamos poner un pie en las escaleras! » Luego sale apresuradamente de su casa y su primer instinto fue marcar el 18 para llamar a los bomberos. “La policía llegó diez minutos después de que me fui. Creo que habían visto las llamas enfrente (al otro lado del Rhu, nota del editor)”.
“La policía vino y golpeó la puerta”
Un poco más lejos, en el número 14, el otro callejón vecino, tres vecinos charlan en la puerta de su casa. Con rostros marcados, tensos, Yannis, Marilyn y Nadège recuerdan el episodio. “Nos despertaron los gendarmes, que vinieron y golpearon la puerta poco después de las 6 de la mañana”, cuenta Yannis. Y continúa: “En un desastre, nos agachamos lo mejor que pudimos. Una vez afuera, vimos el incendio en el siguiente callejón. Las llamas eran enormes, debieron haber comenzado a arder hace un rato. Nos agruparon, entonces los bomberos nos pidieron que nos alejáramos, temían una posible explosión por el gas”.
Por la mañana, una vez finalizada la intervención de socorro, los residentes evacuados, una veintena repartidos en los tres callejones del barrio, pudieron regresar a sus apartamentos.
Niños traumatizados
Marilyn todavía está en shock. Marcada por la imagen de los gendarmes intentando reanimar a una víctima en el suelo, se preocupa por sus hijos: “Mi hija de cinco años, esta mañana, jugó a decir que había fuego, que afuera era el caos. Finalmente se durmió y esperamos que no tenga pesadillas. Para los niños, es traumático ver esto, en realidad, justo afuera de su casa. »
Se facilitaron datos de contacto para recibir ayuda psicológica, en particular para los niños, pero Marilyn lamenta que ese mismo día no se ponga en marcha nada: “No será antes del martes y nos hubiera gustado que fuera ahora. Creo que sería necesario”.
Apoyo psicológico
Nadège también sigue preocupada por el impacto que tendrá en sus hijos: “Mi hijo pequeño, de nueve años, estaba realmente aterrorizado esta mañana. “Está empezando a mejorar un poco, pero tendremos que estar atentos durante los próximos días”.
El evento fue difícil y los vecinos sintieron la necesidad de compartirlo: “Psicológicamente, es bueno hablar entre vecinos”, confiesa Nadège.
Antes de regresar a su apartamento, Marilyn dice, como para convencerse a sí misma: “Vamos, sigamos adelante. Finalmente… ¡lo estamos intentando! »
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