Poco a poco, la investigación se estancó y el caso de asesinato se convirtió en el llamado “caso sin resolver”. Pero ahora la policía ha vuelto a desempolvar el caso. La propia policía habla de un último intento de localizar al autor.
Hijo ahora 16
El hijo de Betty, que entonces tenía sólo tres meses, fue acogido después del asesinato con una familia de acogida holandesa. Ahora tiene 16 años. “Ese hijo nunca tuvo la oportunidad de conocer a su madre”, dice Anne Dreijer-Heemskerk, que dirige el equipo de investigación policial.
Según Olav Brink, de la policía, este es uno de los aspectos más conmovedores de la historia de la vida de Betty. “Una joven de sólo 19 años a la que le quitaron la vida de una manera terrible. Y antes de su muerte, tampoco fue fácil para ella. Trabajó muchas horas como trabajadora sexual y permaneció en el trabajo hasta poco antes del nacimiento de su hijo.”
El hecho de que la policía retome este caso se debe a que los detectives están convencidos de que todavía hay testigos que aún no han denunciado a la policía. El holograma debe garantizar que el caso reciba la mayor atención posible, de modo que las personas que puedan saber más recuerden el caso.
Narrar
“Han pasado más de 15 años y esperamos que los testigos que antes tenían miedo se atrevan a acudir a nosotros”, afirma el detective Dreijer-Heemskerk.
“Es posible que entretanto haya ocurrido algo que haga que la gente quiera hablar ahora”, afirma Brink. “Y sabemos por investigaciones que las personas que cometen un asesinato nunca se lo guardan para sí mismos. Casi siempre se lo cuentan a alguien”.
Además, dice Brink, tiene que haber gente que haya visto u oído algo. “Sucedió en el Barrio Rojo, en una de las zonas más concurridas de los Países Bajos”.
Contacto con familiares
Según la policía, antes de que se decidiera utilizar el holograma, hubo un amplio contacto con los familiares de Betty. “El hecho de que ahora hagamos esto de esta manera es único y, sinceramente, bastante emocionante”, afirma Benjamin van Gogh, que coordina la acción en nombre de la policía. “Queremos hacer justicia a Betty, a sus familiares y al caso”.
“También intercambiamos ideas con diferentes partes, tanto dentro como fuera de la policía, sobre si daríamos forma a esto y cómo lo haríamos. Y, por supuesto, estuvimos en contacto con sus familiares al respecto”, dice Van Gogh.
El holograma permanece durante una semana. La policía cuelga varios carteles en las ventanas con imágenes e información sobre el asesinato.
Aún no está claro si la policía querrá utilizar esta herramienta con más frecuencia en el futuro. “Nuestro objetivo ahora es localizar al sospechoso, pero lo evaluaremos”, afirma el portavoz Brink. “Obviamente no queremos utilizarlo con demasiada frecuencia, porque entonces perderá su potencia”.