lo esencial
El enérgico apoyo de Elon Musk a Donald Trump es menos una cuestión de convicción que de ajuste de cuentas personales con sus antiguos amigos. Autopsia de un divorcio entre el caprichoso empresario y los demócratas cuya pérdida juró…
Elon Musk no siempre ha sido el partidario absoluto de Donald Trump, el que ahora tiene su servilletero en Mar-a-Lago, la lujosa residencia del multimillonario en Florida y que, tras los elogios que le reservó el futuro presidente de Estados Unidos Estados Unidos, jugarán un papel central con él, sin lograr, sin duda, un ministerio en debida forma.
Al ver la energía y la fortuna –alrededor de 150 millones de dólares– que el jefe de Tesla y SpaceX ha movilizado al servicio del candidato republicano, casi olvidaríamos que el caprichoso empresario ha apoyado durante mucho tiempo al bando contrario, Barack Obama, Hillary Clinton o incluso Joe Biden por quien votó en 2020. Fue él quien, en 2018, consideró en una entrevista que el calentamiento global era “la mayor amenaza para la humanidad”.
Durante Covid, los demócratas de California
poner a Tesla en peligro de muerte
Pero, ¿qué pudo haber empujado a Elon Musk a tal cambio de opinión? Su divorcio de los demócratas obviamente no se produjo en un día, pero concluyó una serie de malentendidos y divergencias entre dos mundos que finalmente le parecieron incompatibles: la política de aquellos a quienes acabó describiendo como “partido de división y odio”y el negocio o“sueño americano” como él lo ve.
El punto de ruptura comienza a gestarse en 2020, cuando aparecen las primeras tensiones durante la crisis del Covid. Luego, los demócratas de California implementaron algunas de las medidas de salud y contención más restrictivas del país. El cierre del sitio de Fremont, y su continuación mientras sus competidores Ford y GM pudieron reabrir antes en los estados vecinos, o China había llamado a sus trabajadores a las fábricas, amenazaron la supervivencia de Tesla. Fue necesario que Elon Musk amenazara con subcontratar sus líneas de producción para ser escuchado. Lo que no le impidió, posteriormente, cumplir su amenaza. Tras el calvario del Covid, el gobierno demócrata de California intentó imponer al jefe de la marca de automóviles la sindicalización de sus trabajadores, aunque estaban mejor pagados que en otros fabricantes. Fue después de esta interferencia en sus asuntos que Tesla huyó a Texas.
Al retirarlo de la parte superior del coche eléctrico en 2021,
Biden lo humilló
Para Elon Musk, sin embargo, lo peor aún estaba por llegar… En el verano de 2021, mientras el jefe de Tesla había apoyado su candidatura y votado por él, Joe Biden no sólo excluyó al líder del mercado de una cumbre del sector eléctrico. coche en la Casa Blanca, pero también afirmó que esta nueva generación de vehículos había sido inventada por General Motors. Se trataba, a través de estas medidas de represalia, de sancionar la postura antisindical de Elon Musk y, para Joe Biden, de dar garantías a la izquierda estadounidense. Fue en este momento de humillación que la decepción del jefe visionario se transformó en odio hacia el campo democrático. La adquisición de Twitter en octubre de 2022 se enmarca en su lucha contra lo que llama el ‘virus del despertar’, que asocia a los valores defendidos por los demócratas. Pero esta estrategia también marca un objetivo que se confirma con la adhesión de Elon Musk a Donald Trump: derrotar al enemigo…
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