En primer lugar, abordemos la realidad de dónde se encuentra Amorim ahora.
Bromeaba antes del partido cuando dijo que una victoria del Sporting sobre el City haría que el United sintiera que llegaba otro Sir Alex Ferguson.
Hubo un enorme interés añadido en el partido de Manchester. Los seguidores del United, tanto aficionados como directivos del club, quedaron encantados con lo que vieron. Para algunos, fue una burla la insistencia privada del City en que Amorim no era un nombre en su lista de deseos para cuando Pep Guardiola finalmente se vaya.
Pero nadie, dijo Amorim, debería darle demasiada importancia a los acontecimientos en el Estadio José Alvalade.
“Ya dije anteriormente que no se puede transportar una realidad a otra”, dijo. “En el Manchester United no se puede jugar exactamente así. No se puede jugar tan a la defensiva y ahí tendremos que adaptarnos. Está claro que es muy difícil vencer a este equipo y vencer a Pep Guardiola. Y él no es peor gerente que yo.
“Será un mundo completamente diferente, un equipo diferente, no tendremos mucho tiempo para entrenar y comenzaremos desde un punto de partida diferente. La gente puede tomar sus propias decisiones, pero yo le digo a la gente de Manchester que esto fue algo excepcional”.
Las observaciones de Amorim sobre su defensa merecen un examen más detenido.
La diferencia más obvia que está siendo ampliamente analizada es que Amorim juega con tres defensores centrales.
Contra el City, eso se convirtió en una zaga de cinco durante largos tramos del juego.
Sin embargo, ese es uno de los atractivos. Dentro del United creen que etiquetar a Amorim como alguien que juega con tres defensores centrales es demasiado simplista.
Se argumenta que la forma en que esto se manifiesta puede cambiar. Esto podría ser a través de laterales invertidos, laterales más ortodoxos (que es lo que intentaron ser Geovany Quenda y el goleador Maximiliano Araujo cuando no estaban siendo empujados hacia atrás) o defensores centrales que avanzaban hacia las zonas del medio campo.
Delante de ellos hay dos centrocampistas sentados, más allá dos delanteros estrechos y arriba, el excelente Viktor Gyokeres.
Si Amorim se apega a la formación, ¿tiene el personal para hacerla efectiva?
De lo contrario, ¿tendrá que ceder en la medida en que lo hizo Erik ten Hag, donde su eventual equipo no guardaba relación alguna con el estilo que se suponía traería del Ajax?