Todo apunta a que Donald Trump se convertirá en el nuevo presidente estadounidense. Si eso realmente sucede, parece terminar en una enorme posición de lujo, porque la Cámara de Representantes y el Senado también caerían en manos republicanas.
Hoy había más en juego que sólo las elecciones presidenciales. También hubo que tomar decisiones importantes en la Cámara de Representantes y el Senado. En ese primer instituto se redistribuyeron todos los escaños. Los republicanos tienen mayoría allí desde 2022: 220 escaños frente a 212 de los demócratas. La expectativa es que conserven esa mayoría: actualmente tienen una ventaja de 29 escaños. Sin embargo, aún quedan por asignar 96 escaños.
Pero los republicanos también parecen estar arrebatando el control a los demócratas en el Senado. Hasta la fecha, estos últimos han tenido una mayoría práctica de 51-49 debido a que siempre votaron con ellos cuatro senadores independientes. Pero los republicanos ya han recuperado al menos dos escaños.
Los escaños están cambiando tanto en Ohio como en Virginia Occidental. En Ohio, el comerciante de automóviles republicano Bernie Moreno derrotó al senador demócrata Sherrod Brown, que se postulaba para su cuarto mandato. En Virginia Occidental, el gobernador Jim Justice sustituirá al independiente Joe Manchin III, que se jubila. Los demócratas mantuvieron durante mucho tiempo esperanzas para Nebraska, donde el candidato independiente Dan Osborn estaba en una carrera codo a codo con la republicana Deb Fischer. Pero al final Fischer se impuso.
¿Qué significa eso?
La nueva composición de la Cámara y el Senado podría tener consecuencias importantes. Por ejemplo, quienes tienen poder en la Cámara pueden bloquear proyectos de ley, como ocurrió recientemente con un nuevo paquete de ayuda destinado a Ucrania. Y el Senado es aún más importante. Esa cámara debe aprobar leyes y dar su visto bueno para la celebración de tratados internacionales, el nombramiento de jueces de la Corte Suprema y el nombramiento de miembros del gabinete.
Si Trump llega a ser presidente, y ahora parece que lo es, terminará en una posición lujosa. Con un Senado y una Cámara de Representantes que lo apoyan plenamente, Trump está mucho menos limitado en sus políticas. Durante su primer mandato, por ejemplo, logró incorporar a tres jueces ultraconservadores al Tribunal Supremo.