INFOGRAFÍAS – Mientras el mundo espera descubrir la identidad del ganador de las elecciones presidenciales, las encuestas ofrecen una idea de los resultados finales. Pero no siempre son fiables. En 2020 y 2016, los agregadores subestimaron notablemente el voto trumpista.
El desenlace pronto llega a su fin. En unas horas se conocerá la identidad del ganador de las elecciones presidenciales estadounidenses. A la espera del resultado de la votación, las encuestas permiten vislumbrar los resultados finales. Pero no siempre son fiables. De hecho, en 2016 y 2020, los encuestadores no lograron medir la oleada trumpista, al sobreestimar la “ola azul”.
Este año, las encuestas son más cautelosas y anuncian resultados más que ajustados, con una ligera ventaja para Kamala Harris a nivel nacional, a un punto de su rival republicano. Donald Trump está a la cabeza en los estados indecisos, esos estados clave cuyo voto varía de unas elecciones a otras y que pueden cambiarlo todo. La brecha con el vicepresidente, sin embargo, sigue siendo muy pequeña.
A través del análisis de estimaciones de dos agregadores de encuestas diferentes, Real Clear Politics y Fivethirtyeight, El Fígaro descifra las encuestas…
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