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Una historia domina las últimas páginas de los periódicos nacionales de hoy.
El capitán del Manchester United, Bruno Fernandes, dijo después del empate del domingo en casa ante el Chelsea que habló con el técnico despedido Erik ten Hag y se disculpó por no haber hecho más para evitar que perdiera su puesto.
El holandés fue despedido el lunes tras la derrota del United por 2-1 ante el West Ham, que los dejó en el puesto 14 de la clasificación.
Y el centrocampista portugués dijo que los jugadores debían asumir parte de la responsabilidad.
“No es bueno para nadie en el club cuando el entrenador se va”, dijo a Sky Sports, después de marcar de penalti su primer gol de la Premier League de esta temporada en el empate 1-1 en Old Trafford.
“Tienes que asumir parte de la culpa porque es el equipo el que no lo está haciendo tan bien y es más fácil deshacerse de un entrenador que de 15 jugadores.
“Hablé con el entrenador y le pedí disculpas. No marcamos goles y me siento responsable. Normalmente marco muchos goles pero siempre doy el 100% y él es consciente de ello”.
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