Raphinha llegó al Barça de la Premier League, pero su carrera hasta la elite del fútbol mundial no fue siempre un camino de rosas. En una excelente entrevista concedida a Juan Irigoyen para ‘El País’, el delantero, entre muchos temas, repasa episodios de su infancia que le sirvieron para construir una personalidad a prueba de bombas. La misma que ahora asoma, irreductible, en cada una de sus acciones sobre el césped.
A pocas horas del derbi ante el Espanyol, reconoce que “los derbis de la calle sí que son picantes. Cuando eres pequeño y vives en una favela te acostumbras a ver pasar gente con pistolas. Y hay aficionados que van a los partidos con armas e intentan ponerte miedo para que su equipo gane. Una vez estábamos en el vestuario y empezaron a golpearnos la puerta. ‘¡Si ganan, no salen de aquí! nos gritaban”, recuerda.
Hay aficionados que van a los partidos con armas e intentan ponerte miedo para que su equipo gane
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Raphinha asegura que son vivencias “imposibles de olvidar, momentos difíciles que te hacen más fuerte, momentos que te hacen crecer como persona y como profesional”. Uno de ellos lo recuerda especialmente: “Tenía cerca de 12 año y estaba con un amigo, sucios después de un entrenamiento y no había duchas en el club. El bus tardaba mucho en llegar y teníamos hambre, pero no teníamos dinero“.
El hoy futbolista blaugrana y su amigo optaron por buscar una solución: “Comenzamos a pedir en la calle para comer algo. Fue un poco complicado porque la gente no quiere que la molestes”. Finalmente, “personas de buen corazón nos ayudaron”, aunque entiende “a la gente que no nos dio nada. Es complicado que te paren, parecíamos chicos que vivíamos en la calle. Es normal que se asustaran un poco”. Todos esos episodios le sirven porque “recordar te convierte en una mejor persona”.
Eso y tomarse muy en serio la profesión de futbolista: “Conocí a muchos chicos que, en mi opinión, eran mejores que yo, técnicamente mucho mejores”. Sin embargo, eso no lo es todo en el fútbol: “El deportista es mucho más que técnica. Sin disciplina… Si no eres consciente de que vas a tener que sufrir por estar lejos de casa, de tus amigos, de que tienes que estar lejos de la noche, de la fiesta…”.
A Lamine lo veo más parecido a Neymar; Messi es de otro mundo, inexplicable
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Messi, Lamine y Vinicius
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Raphinha repasa también una serie de nombres propios y, de entre todos ellos, destaca el de Leo Messi: “Es de otro mundo. Inexplicable”. Por eso prefiere no comparar a Lamine Yamal con el argentino: “Lo veo más parecido a Neymar”. Por “los regates y lo rápido que piensa para regatear. Cuando piensas que le puedes robar el balón, te hace algo que nunca has visto en tu vida”.
De Vinicius, amigo íntimo del blaugrana, defiende que “nosotros no sabemos lo que pasó en su infancia. No sabemos las cosas que ha escuchado cuando era pequeño. Y estas cosas llevan a las personas a su límite y a él le molesta mucho” que le insulten por su color de piel, algo que también le ocurrió a Yamal en el Santiago Bernabéu: “Con Lamine escuchamos que nos estaban diciendo cosas, pero no entendíamos exactamente lo que nos estaban diciendo. Pero Ansu sí que lo entendió. Después del partido, vimos los vídeos y ahí nos dimos cuanta de lo que nos habían dicho”.
Entiende que “lo que podemos hacer después de los partidos, lo hacemos después. Mientras, tenemos que estar centrados. Hay mucha gente que normaliza que se vaya a los estadios a insultar. Eso no puede ser normalizado. Alguien con más poder debe hacer algo”, se queja.
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A nivel personal, sigue explicando en ‘El País’, “ahora me sale todo” y está concentrado en seguir así porque “en el Barça tienes que luchar por ganarlo todo” y “la exigencia es máxima“. Además, respecto al cambio de una temporada a otra, comenta que “cada entrenador trabaja distinto”, pero “no haber ganado nada también te obliga a dar más” en el presente ejercicio.