Queridísimo Ignacio: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos de España!
Os escribo estas líneas con motivo de las lluvias e inundaciones que están causando tantos desastres en España, especialmente en la Comunidad Valenciana. Quiero aseguraros el cariño y la oración de la Obra entera: os acompañamos muy de cerca por la Comunión de los santos.
Vamos siguiendo las noticias por la prensa y, en medio de la pena por el fallecimiento de tantas personas, agradezco a Dios que, en la medida de lo posible, estéis todos bien. Pido a Santa María por las víctimas y por sus parientes, por quienes siguen desaparecidos, y por todos los que están sufriendo consecuencias graves a causa de esta catástrofe, de manera que nadie pierda la esperanza ni la confianza en Dios, que nos quiere y nos protege.
Aunque en ocasiones nos es difícil entender su Providencia, estas circunstancias pueden servirnos para abandonarnos con fe en sus manos, y responder a su Voluntad con actos de aceptación y de amor, y con una renovada disposición de servir a quienes nos rodean.
Pidamos al Señor que, sin perder la paz, hagamos nuestras las necesidades de los demás y sepamos ofrecerles consuelo y ayuda, en la medida de nuestras posibilidades.
Me sigo apoyando en cada una y cada uno, en vuestra oración y vuestro trabajo. Mañana celebraremos la fiesta de Todos los Santos: a ellos podemos acudir, para que intercedan ante el Señor por todo lo que llevamos en el corazón. Os quiere, os recuerda continuamente y os bendice vuestro Padre
Belgium