La alcaldesa de la localidad valenciana de ChivaAmparo Fort, ha lanzado un inquietante aviso tras el paso de la letal dana que ha arrasado con muerte y destrucción el Levante. Teme que en su término municipal haya «centenares de muertos» atrapados en coches arrastrados por las letales riadas. La alcaldesa también ha lanzado un desesperado llamamiento para que les ayuden, porque la población está abandonada a su suerte sin electricidad y con una gravísima falta de agua potable y de víveres.
La localidad de Chiva es una de las más afectadas por la catástrofe que ha asolado la provincia de Valencia. La alcaldesa de este municipio ha reclamado con urgencia este viernes que les suministren agua potable, que arreglen una avería eléctrica que afecta a la población y que lleven víveres para los vecinos, incluidos potitos de bebés, leche de iniciación y pañales. La población está en situación crítica y no les llega la ayuda.
Fort ha explicado que también necesitan una ambulancia medicalizada y ha señalado que, aunque de momento tienen contabilizados diez fallecidos, esperan «centenares» porque sólo han podido centrarse en el casco urbano y el término municipal es muy grande y hay «cientos de coches» volcados desde la autovía y «seguro que tienen personas dentro».
También ha informado de que han tenido que desalojar cuatro edificios por amenaza de derrumbe y no descarta que haya más, y ha lamentado el «pillaje» y los robos en fábricas que están sufriendo.
Fort ha asegurado que necesitan «urgentemente agua y víveres» porque «en la calle ya hay vecinos dándose guantazos para obtenerlos», y ha detallado que el pozo Solana, que suministra agua potable al municipio, sufre una avería eléctrica y no funciona.
Una de las vecinas certifica también a pie de calle la desesperada situación en la que se encuentran los habitantes de Chiva. «No hay agua, no hay luz, no hay gas, apenas tenemos cobertura en los móviles para poder estar informados y los supermercados están sin existencias. Esto es horroroso», relata Begoña Navarro.
Esta localidad batió el pasado martes un récord histórico de acumulación de agua, 491 litros por metro cuadrado en ocho horas, lo que puede caer en un año completo, que provocó el desbordamiento del barranco que atraviesa el casco urbano.