Fuentes informadas informaron que el streamer Elias Al-Maliki sufrió un desmayo repentino durante su sesión de juicio, hoy jueves, lo que motivó su aplazamiento hasta el próximo 12 de noviembre.
Esta crisis de salud a la que estuvo expuesto Al-Maliki se produjo en momentos en que se preparaba para participar en el torneo “Kings League” organizado por Gerard Piqué, el cual es considerado uno de los eventos más destacados en el mundo de los juegos electrónicos actualmente.
En medio de la amplia cobertura mediática que acompañó el caso de Al-Maliki, varios activistas amazigh decidieron desistir de las denuncias presentadas contra él ante el Fiscal General del Rey en Rabat, y contra el exjugador de la selección marroquí Hamza Bourzouk, que anteriormente había acusado a Al-Maliki. de “insulto y difamación”, también se renunció a su favor, según anunció su agente Al-Maliki, Marwan Aws.
Aunque las asociaciones amazigh renunciaron a las denuncias iniciales, las mismas fuentes indicaron que nuevas asociaciones de las regiones del Atlas y Agadir intervinieron presentando denuncias adicionales contra Al-Maliki por sus “reiterados insultos a los amazigh”.
El Fiscal de la Corona del Tribunal de Primera Instancia de El Jadida había decidido internar a Elias al-Maliki en la prisión local de Sidi Moussa, basándose en denuncias relacionadas con el contenido de sus vídeos.
Al Maliki es muy conocido entre los jóvenes como creador de contenidos especializados en juegos electrónicos, ya que publicó retransmisiones en directo en su canal de YouTube que fueron consideradas ofensivas para el componente amazigh, lo que provocó reacciones airadas de numerosos activistas y asociaciones de derechos humanos.
En el marco de iniciativas amistosas, el abogado Mohamed Almo, representante de las actividades amazigh denunciantes, confirmó que se había llegado a un acuerdo tras la presencia de los padres de Al-Maliki, exigiéndole una disculpa oficial a cambio de renunciar a las denuncias, por motivos humanitarios y razones sociales.
Almo explicó en una declaración al periódico Al-Amq que se celebró una reunión en su oficina, que terminó con los denunciantes renunciando a sus quejas.