Sedaví, lejos de la normalidad tras una tarde de martes que no pensaba vivir

«No pensaba vivir esto nunca», declaró Eliu Sánchez, de Sedaví, que vivió el martes una noche de pesadilla. «Vimos a un joven que estaba en el descampado y se lo llevó la corriente», contó el electricista de 32 años. «Estaba encima del coche, se ve que intentó saltar a otro, pero se lo llevó».

Es una de las historias de terror que jalonan los relatos de quienes estos días luchan por sobrevivir en pueblos devastados, como Sedaví, que con casi 10.000 habitantes y a escasos dos kilómetros de Valencia fue ayer uno de los más beneficiados por la solidaridad de los vecinos del cap i casal. En las rotondas de acceso a través de la CV-400 había un atasco kilométrico dado que cientos de familias ignoraron el mensaje de la Generalitat de no coger el coche y lo hicieron para llevar víveres y agua a sus seres queridos.

Los vecinos de Sedaví aseguran que tampoco han recibido demasiada ayuda, por lo que reclaman la presencia de las fuerzas de seguridad y de los servicios de emergencia. Piden generadores y agua potable, dado que el municipio es uno de los pueblos donde los suministros todavía no han vuelto tras la riada del martes.