El AC Milan se ha quedado reflexionando sobre sus próximos pasos después de sufrir un grave revés en su campaña, cortesía de un equipo del Napoli que anoche ejecutó una incursión clásica de aplastar y agarrar.
La edición matutina del Corriere della Sera, según informa MilanNews, plantea una pregunta convincente: “Cuando se trata de fútbol, ¿es la cantidad o la calidad lo que reina?” La respuesta, en la mayoría de los casos, es una afirmación enfática de esto último. Esta fue la cruda realidad que se desarrolló durante el choque de ayer, donde el Milan dominó la posesión, registró más tiros a puerta y obtuvo más saques de esquina, pero finalmente terminó la noche sin un solo gol a su nombre.
A medida que octubre llega a su fin, el otrora prometedor desafío para el título del Milán parece casi extinguido. El entrenador Paulo Fonseca enfrentó el sombrío desafío de sortear ausencias significativas, en particular la de los defensores clave Theo Hernandez y Tijjani Reijnders. A pesar de sus esfuerzos, Milán careció de la cualidad crucial que permitió al Napoli capitalizar eficazmente sus oportunidades clave.
Si bien la temporada aún es temprana, con sólo nueve partidos de la Serie A jugados y la naturaleza impredecible de los partidos europeos que se desarrollarán, la cruda realidad se refleja en la clasificación. Actualmente, el Milán se encuentra detrás del Napoli por unos abrumadores 11 puntos, incluso con un partido menos, y ya sufre tres derrotas en la liga.
El tema recurrente de la fragilidad vuelve a acechar a este equipo. A pesar de una actuación encomiable contra el equipo de Antonio Conte, el gran volumen de sus esfuerzos fue inútil comparado con la precisión clínica mostrada por sus homólogos napolitanos, como lo ilustra el marcador final.
A la luz de esta derrota, jugadores como Musah siguen siendo “optimistas” sobre las aspiraciones de título del club, un sentimiento que parece cada vez más frágil a medida que pasan los días. La valoración de la Gazzetta dello Sport destaca que el Milán ha vuelto a sufrir fallos defensivos, en alusión a lo que denominan “las viejas reglas del fútbol”.
El periódico enfatiza aún más los problemas del Milan en la selección: ‘En defensa, tres de cada cuatro jugadores en la línea defensiva no son la primera opción; en el centro del campo, ausente la figura fundamental que brilló en la Liga de Campeones, Reijnders; y en el frente, carecían tanto de su jugador más destacado de la temporada, Pulisic, como del jugador que se esperaba que liderara la línea, Leao.
Mientras los dos extremos intentaban dejar su huella al entrar al campo, la primera mitad fue brutal para el Milán, comprometiendo no sólo el partido en sí sino probablemente la trayectoria de toda la temporada.
Este debate sobre calidad versus cantidad no se limita al presente, ya que se remonta a la ventana de transferencias de verano, cuando el Napoli invirtió mucho, nombró a un entrenador de primer nivel con un salario que superaba el doble del de Fonseca y derrochó 150 millones de euros para remodelar el equipo. en cuestión de semanas.