Una nueva encuesta sugiere que la candidata presidencial del Partido Verde, Jill Stein, está atrayendo más votantes del expresidente Donald Trump que de la vicepresidenta Kamala Harris.
Según una encuesta de Noble Predictive Insights publicada la semana pasada, Harris tiene una estrecha ventaja sobre Trump en una hipotética carrera a tres bandas. Con Stein en la boleta, la ventaja de Harris se expande, lo que apunta a un posible efecto saboteador similar al que muchos demócratas culparon a Stein por hacerle a Hillary Clinton en las elecciones de 2016.
La encuesta muestra que Harris lidera a Trump entre un 49 y un 47 por ciento. Sin embargo, con Stein en la carrera, el apoyo a Trump cae al 46 por ciento, mientras que Harris mantiene su respaldo del 49 por ciento, lo que sugiere que Stein obtiene más apoyo de Trump que de Harris. Aunque la base de votantes de Stein sigue siendo relativamente pequeña, alrededor del 1 por ciento, podría resultar crucial en una elección que depende de márgenes estrechos en los estados indecisos.
La encuesta encuestó a 2.300 votantes probables y tuvo un margen de error de +/- 2,1 por ciento.
La dinámica refleja las preocupaciones de 2016, cuando muchos consideraron que la candidatura de Stein desviaba votos de Clinton en estados cruciales como Michigan, Wisconsin y Pensilvania, lo que en última instancia contribuyó a la victoria de Trump.
En Michigan, Trump venció a Clinton por 10.704 votos. Stein recibió 51.463 votos en el estado. En Pensilvania, Trump venció a Clinton por 44.292 votos. Stein recibió 49.941 votos. En Wisconsin, Trump venció a Clinton por 22.748 votos. Stein recibió 31.072 votos.
El legado de esa elección cobra gran importancia en la contienda de 2024, particularmente ahora que Harris busca retener una coalición de votantes que cubra una amplia gama política, que va desde el ex vicepresidente republicano Dick Cheney hasta el senador progresista independiente Bernie Sanders.
Pero esta encuesta sugiere que el viento podría estar soplando.
Esta semana, Stein recibió el respaldo de David Duke, exlíder del Ku Klux Klan. Duke, una conocida supremacista blanca, respaldó a Stein sobre Trump, citando como razón sus críticas a la política estadounidense hacia Israel.
Stein rechazó inequívocamente el respaldo y calificó a Duke de “troll racista” en una publicación en las redes sociales. Sin embargo, la atención en torno al respaldo ha ensombrecido la campaña de Stein y ha añadido una capa controvertida a una carrera ya compleja.
La ruptura pública de Duke con Trump marca una reversión de sus respaldos de 2016 y 2020, acusando a Trump de estar demasiado alineado con Israel y el “lobby judío”.
Si bien es poco probable que este hecho influya en un gran número de votantes, puede influir en segmentos de extrema derecha o nacionalistas de la base de Trump que se sienten alienados por sus posturas de política exterior.
Para Trump, el surgimiento de Stein como un potencial saboteador puede ser un factor crítico en los estados en disputa, donde incluso un pequeño cambio en los votos podría determinar el resultado. Para Harris, la candidatura de Stein podría, paradójicamente, proporcionar una ventaja inesperada, atrayendo votos de Trump y estrechando su camino hacia la victoria.
Semana de noticias se ha puesto en contacto con las campañas de Stein, Harris y Trump por correo electrónico para solicitar comentarios.