A raíz de los intentos israelíes de llevar a cabo una ofensiva terrestre en el sur del Líbano, un acontecimiento importante ha llamado la atención de los diplomáticos extranjeros. Los sucesivos ataques israelíes a posiciones de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano en la frontera no pueden considerarse simples errores, accidentes u operaciones limitadas. Además, las protestas de los estados europeos que participan en la FPNUL muestran claramente que consideran que estos ataques fueron premeditados y planificados.
Por lo tanto, los diplomáticos destacados en el Líbano no ocultan su convicción de que los israelíes no aprecian actualmente el papel de observador de la FPNUL, desplegada según las resoluciones internacionales 425 (1978) y 1701 (2006). Desde la perspectiva israelí, esta presencia se considera en el momento actual, en el que el conflicto está en pleno apogeo, como un obstáculo a la ofensiva militar. En cualquier caso, los israelíes no apreciaron el comunicado de prensa de la FPNUL tras su limitada incursión en el jardín público de Maroun el-Ras, momento de izar su bandera, filmar y luego retirarse. A estos diplomáticos les parece claro que los israelíes querrían presionar a los Cascos Azules para que se retiren de sus posiciones en la frontera para poder llevar a cabo ataques más violentos contra el sur del Líbano, sin límites y, sobre todo, sin testigos. Esta es también la razón por la que, desde hace varios días, los israelíes atacan las torres de control de la FPNUL en la frontera libanesa, para impedirles catalogar y filmar las acciones israelíes. Es cierto, dicen estos diplomáticos, que en medio de la guerra las fuerzas de paz no tienen realmente su lugar, ni siquiera los observadores.
Sin embargo, para fuentes diplomáticas libanesas, el objetivo israelí al atacar a la FPNUL podría ser más importante y más estratégico que el simple deseo de tener rienda suelta para una invasión terrestre más amplia. Según estas mismas fuentes, lo que más molestaría a los israelíes, además de la presencia de los Cascos Azules en la zona estratégica en la frontera entre Líbano e Israel, sería el hecho de que la FPNUL esté adscrita a la ONU, en particular a la ONU. Consejo de Seguridad. Por lo tanto, la FPNUL depende de esta organización y debe rendir cuentas ante el Secretario General y las instituciones bajo su autoridad. Esta es también la razón por la que está obligado periódicamente a redactar informes sobre la misión que se le ha confiado y a presentarlos al Secretario General de las Naciones Unidas, así como a los miembros del Consejo de Seguridad, quienes, a su vez, evalúan la situación. y tomar decisiones en consecuencia.
En este contexto, es seguro que los israelíes no deben temer una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU que condene sus agresiones. Las sucesivas administraciones estadounidenses siempre han defendido a los israelíes, llegando incluso a utilizar el veto cuando las críticas se volvieron demasiado específicas contra ellos. En este nivel, los israelíes no tienen nada que temer. Pero al mismo tiempo, el mecanismo vigente en el Consejo de Seguridad también otorga derecho de veto a los demás miembros permanentes (China, Rusia, Francia y Gran Bretaña, además de Estados Unidos). Es también este mecanismo el que ha permitido en varias ocasiones bloquear un deseo israelí-estadounidense de modificar la misión de la FPNUL en el sur del Líbano, intentando concederle más poderes, independientemente del ejército libanés. Sin embargo, la Resolución 1701 es muy clara sobre la necesidad de que la FPNUL actúe en coordinación con este ejército. Asimismo, los israelíes y sus aliados han intentado repetidamente que el mandato de la FPNUL se incluya en el Capítulo VII, que autoriza el uso de la fuerza, mientras que hasta ahora se ha incluido en el Capítulo VI.
Por todas estas razones, a lo largo de los años, los israelíes han llegado a considerar que la presencia de la FPNUL a lo largo de la frontera con el Líbano, en el marco definido para su misión, y debido a la participación de varios Estados que no necesariamente les son favorables, ha convertirse en un obstáculo para la realización de sus proyectos militares. Esto es tanto más cierto cuanto que en los círculos favorables a Hezbollah se estima que en años anteriores y hasta octubre de 2023, las violaciones visibles de las disposiciones de esta resolución provinieron principalmente del lado israelí, lo que implica sobrevuelos aéreos o respuestas a Ataques de Hezbolá en zonas que siguen en conflicto.
Por eso las fuentes diplomáticas libanesas mencionadas están convencidas de que los israelíes querrían ahora sustituir la FPNUL por una fuerza multinacional, como la que se desplegó en el Líbano en 1982, tras la invasión israelí. Esta fuerza se formó independientemente de la ONU y estaba integrada por contingentes estadounidenses, británicos, franceses e italianos. Su misión era asegurar la evacuación de los combatientes palestinos de Beirut y duró un mes. Pero después de las masacres de Sabra y Chatila, los días 16 y 17 de septiembre, los Estados miembros, en particular los estadounidenses, franceses e italianos, decidieron relanzar la idea de la fuerza multinacional, sin una misión clara. En realidad, se trata de convertirla en “fuerza de interposición”, destinada a garantizar la seguridad de las poblaciones civiles y restablecer la autoridad del Estado. Una misión bastante vaga, como vemos, sobre todo porque cada contingente permaneció bajo el control de su país. Como resultado, la coordinación entre ellos era limitada… Según los analistas de la época, había visiblemente una clara influencia estadounidense en esta fuerza multinacional y, con el paso de los meses, a partir de septiembre de 1983, comenzó a realizar misiones militares por iniciativa propia. Recordemos que las fuerzas que se opusieron y que estaban en proceso de organizarse, incluido Hezbolá, lanzaron ataques contra los contingentes americano y francés en octubre del mismo año y llevaron a cabo operaciones contra ellos. guerrilla… lo que finalmente los llevó a salir del Líbano.
Por tanto, las fuentes citadas creen que el objetivo actual de los israelíes sería acabar con la FPNUL y adoptar una fórmula similar a la de la fuerza multinacional de 1982, porque esta última tiene mayor margen de acción, al no depender de la Consejo de Seguridad.
A raíz de los intentos israelíes de llevar a cabo una ofensiva terrestre en el sur del Líbano, un acontecimiento importante ha llamado la atención de los diplomáticos extranjeros. Los sucesivos ataques de los israelíes contra posiciones de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano en la frontera no pueden considerarse simples errores, accidentes u operaciones limitadas….
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