El ex Primer Ministro francés Dominique de Villepin ha expresado su preocupación por Argelia, criticando la tendencia en Francia a convertirla en un “chivo expiatorio” de los problemas, particularmente los relacionados con la inmigración. “No es justo responsabilizar a Argelia de algunos de nuestros problemas”, declaró este lunes a franceinfo, subrayando la importancia de encontrar soluciones a través del diálogo entre los dos países.
Durante su intervención en el programa “8h30 franceinfo”, De Villepin habló de un persistente “deterioro” de las relaciones diplomáticas entre París y Argel. Afirmó que “Lamentablemente, durante muchos meses, si no años, hemos visto deteriorarse día tras día la relación con este gran país amigo y hermano de Argelia”.
Criticó la mención del Acuerdo 68 sobre inmigración, calificándolo de pretexto para “abrir una guerra de memorias” con Argelia. Este acuerdo, firmado seis años después de la independencia de Argelia, ofrecía condiciones favorables a los argelinos en Francia. “Todo esto es absurdo, hay otros caminos”, añadió De Villepin, pidiendo una solución a través del diálogo respetuoso de la historia compartida entre las dos naciones.
Esta posición se produce cuando el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, reiteró su solicitud a Francia para que limpie los antiguos sitios de pruebas nucleares franceses. Tebboune cuestionó “las falsedades” que rodean la renegociación del Acuerdo 68, al tiempo que propuso abordar “temas graves” entre los dos países.
Respecto a una visita a París inicialmente prevista para este mes pero pospuesta, el presidente argelino dijo: “No iré a Canossa”, una referencia a la historia alemana que implica humillaciones. Las relaciones franco-argelinas siguen siendo tensas, y Argel exige el reconocimiento de Francia de sus crímenes coloniales, durante los cuales casi cinco millones de personas perdieron la vida, según fuentes argelinas.
