Los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun premiados por el descubrimiento del microARN – Libération

Los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun premiados por el descubrimiento del microARN – Libération
Los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun premiados por el descubrimiento del microARN – Libération
-

Los dos investigadores estadounidenses fueron distinguidos este lunes 7 de octubre por su trabajo que condujo a la identificación de esta nueva clase de molécula y su importante papel en la regulación de la expresión genética.

La temporada del Premio Nobel 2024 está abierta y la genética está en el centro de atención. Los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun –de 70 y 72 años– recibieron este lunes 7 de octubre el Premio Nobel de Medicina y Fisiología por su descubrimiento del microARN. Su premio va acompañado de una recompensa de 11 millones de coronas (920.000 euros), el valor nominal más alto (en moneda sueca) en la más de un siglo de historia de los Nobel. La nueva clase de pequeña molécula de ARN que descubrieron desempeña un papel crucial en la regulación de la actividad genética. “A nivel terapéutico, hay un ensayo clínico en curso para tratar el cáncer de hígado con un microARN que impediría el crecimiento tumoral. Los primeros resultados parecen prometedores”. avanza Michele Trabucchi, investigadora en biología molecular del Inserm.

Para comprender el alcance de su descubrimiento, debemos profundizar en el corazón de las células humanas. En el núcleo reside el ADN, el ácido desoxirribonucleico, que contiene toda la información genética necesaria para formar un ser humano. El ADN está formado por pequeñas secciones, llamadas genes. En general, cada gen transporta la información necesaria para construir una proteína. Por ejemplo, un gen lleva el código para producir hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno en la sangre.

Pero el ADN está confinado al núcleo. Él nunca sale. Cuando la célula quiere utilizarlo, utiliza una copia, llamada ARNm (ácido ribonucleico mensajero). Este ARNm sale del núcleo y será cuidado por la maquinaria celular para permitir la creación de una proteína. Una de las grandes cuestiones en genética es comprender el mecanismo que impide que una neurona produzca proteínas musculares, o que un músculo produzca retina…

Una lombriz intestinal de un milímetro

Muy rápidamente, se revelaron elementos reguladores al leer el ADN. Pero en 1993, Victor Ambros y Gary Ruvkun descubrieron otro mecanismo regulador trabajando con dos genes de un gusano redondo de un milímetro llamado C. elegans. Demuestran que uno de estos genes, el lin-4, no da como resultado la creación de una proteína. Crea una molécula de ARN muy corta, llamada microARN, que es capaz de impedir la expresión de otro gen: el lin-14. Lo más sorprendente es que actúa directamente sobre el ARNm de lin-14 y no sobre el ADN.

Por lo tanto, se trata de una nueva comprensión de la regulación genética. Esto no ocurre en el núcleo, en el ADN, sino en la célula, en el ARNm. No fue hasta el año 2000 que Ruvkun demostró la existencia de microARN en especies distintas al gusano. C. elegans, incluyéndonos a nosotros. “En los seres humanos, hay alrededor de 2.000 microARN que regulan alrededor de la mitad de los 21.000 genes”. explica el investigador de biología molecular del CNRS, Jean-Philippe Combier. “Sin microARN, una planta o un animal no es viable. Es fundamental durante el desarrollo y para responder al estrés, en particular. Pero desconocemos el papel de la gran mayoría de los microARN. él continúa.

Grandes inversiones en el sector

A medida que entendemos mejor estos microARN, surgen esperanzas terapéuticas. “Actualmente los microARN se utilizan para el diagnóstico, como parte de lo que ahora se llama medicina personalizada. La idea es ver, en un paciente, si el nivel de un microARN en particular está alterado significativamente. También intentamos identificar casos de patologías agresivas que requieran una intervención urgente. explica Michele Trabucchi. Una empresa, Cardior Pharmaceuticals, está desarrollando tratamientos dirigidos a estos microARN para curar enfermedades cardíacas. Novo Nordisk la compró en marzo por más de mil millones de euros.

Se siguen realizando descubrimientos en el campo y Jean-Philippe Combier está trabajando en microproteínas resultantes de estos microARN. Al contrario de lo que se pensaba inicialmente, estos pequeños ARN en realidad codifican pequeñas proteínas “llamados miPEP o micropéptidos” y cuyo “La función principal es aumentar la cantidad de microARN”, desarrolla el investigador. Él mismo creó una empresa basada en esta tecnología, llamada Micropep Technologies. Fundada en 2016, la start-up recaudó 60 millones de euros. ¿Su objetivo? Reemplazar los pesticidas en la agricultura por micropéptidos que no contaminen el medio ambiente. No hemos oído nada sobre los microARN.

Actualizado a las 4:30 p.m. con más detalles.

-

PREV [Video] Incendio en Kaperberg en Eupen – Cualquier ayuda llega demasiado tarde para el perro
NEXT Con la salida de la Juventus, el destino de Paul Pogba quedaría más claro