El Ministro del Interior, Bruno Retailleau, vino a proporcionar algunos detalles técnicos sobre el aspecto de la inmigración mencionado por el Primer Ministro Michel Barnier durante su discurso de política general el 1 de octubre.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, anunció en una entrevista publicada el miércoles en la revista Le Figaro que desea ampliar a 210 días la duración de la detención administrativa de los inmigrantes irregulares.
“Para actos terroristas, la legislación francesa ya prevé un plazo de hasta 210 días. Para los delitos más graves, no nos debe temblar la mano, debemos llegar a 180 días, o incluso a 210 días”, declaró Bruno Retailleau al semanario.
Fijada por primera vez en 10 días en 1993, la duración en los centros de detención administrativa (CRA) se incrementó “excepcionalmente” a 90 días con la ley Collomb de 2018 y a 210 días, o aproximadamente siete meses, en materia terrorista.
“Esto requiere la aprobación de una ley, pero cada uno asumirá sus responsabilidades ante el pueblo”, añadió el ministro, manteniendo una línea dura en materia de inmigración.
También indicó que iba a pedir “a los prefectos que recurran sistemáticamente la liberación de una CRA, aunque este recurso no sea suspensivo”. De hecho, un extranjero puede recurrir su internamiento por parte del prefecto ante un juez de libertades y de internamiento en un plazo de 48 horas.
¿Visas versus pases consulares?
El nuevo inquilino de la plaza Beauvau también quiere condicionar la “política de visados a la expedición de pases consulares”, documento imprescindible para enviar a un extranjero a su país de origen, indicando que “dialogará” con el ministro de Asuntos Exteriores. Esta vía fue mencionada la víspera por el Primer Ministro durante su discurso de política general.
Bruno Retailleau, que se considera “demasiado generoso sin cobrar a cambio”, afirmó que en 2023 Francia expidió 238.750 visados a Marruecos pero sólo obtuvo “725 pases”. Argelia obtuvo 205.853 visados y “sólo recuperó a 2.191 de sus nacionales”, según el ministro.
En la mira del ministro también están las asociaciones que operan en estos centros y se encargan de proporcionar asistencia jurídica y social a los detenidos. Quiere transferir esta competencia a la OFII (Oficina Francesa de Inmigración e Integración) y no a las asociaciones, “que son juez y parte”, considera.