A pocos días del partido de la Nacional 2 entre Saumur y Girondins de Bordeaux, persisten varias incertidumbres, en gran parte debido a las medidas de seguridad impuestas por la prefectura. De hecho, como revela Ouest-France, las autoridades prohibieron la circulación de los aficionados del Burdeos, impidiéndoles vestir los colores del club en el centro de la ciudad de Saumur y en los alrededores del estadio de Rives-du-Thouet, donde tuvo lugar el encuentro. se desarrollará. Una decisión que pretende limitar el riesgo de incidentes, sobre todo porque los grupos Ultras del Girondins, como los Ultramarines y la Puerta Norte, están actualmente en conflicto.
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Esta medida, similar a una prohibición de viajar, no es, sin embargo, la única preocupación para el Olympique Saumur. El presidente del club, Stéphane Montanier, expresó su temor ante una posible sesión a puerta cerrada impuesta por la prefectura. “Esto no está previsto por el club, pero las autoridades se reservan el derecho de implementarlo si detectan la presencia de aficionados del Burdeos en Saumur.“, aclaró. El club se encuentra así en una situación delicada, atrapado entre las medidas de seguridad y el deseo de mantener un ambiente deportivo sin restricciones adicionales.
Pese a estas incertidumbres, la preventa de entradas continúa. Ya se han vendido 1.100 entradas, principalmente de locales y aficionados de la región, con una capacidad total del estadio fijada en 2.500 asientos. Sin embargo, el club ha decidido no vender entradas el día del partido, como medida de precaución adicional para evitar una afluencia incontrolada de aficionados potencialmente no registrados. “No estamos preparados para acoger tal volumen de aficionados del Burdeos“, admitió Montanier, subrayando que su estadio no está diseñado para gestionar estas cuestiones de seguridad.
Para cubrir cualquier eventualidad, Saumur ha previsto medidas reforzadas con la presencia de veinte azafatas, la incorporación de cinco agentes de seguridad privada y apoyo policial cerca del estadio. También se reordenará el tráfico en el entorno del recinto deportivo, con varias líneas de acceso, barreras reforzadas y zonas de aparcamiento específicas. Sin embargo, zonas como la carpa y los bares podrían estar cerrados, dependiendo de las últimas directivas de la prefectura previstas justo antes del inicio del partido.
En definitiva, a cuatro días del partido, muchas preguntas siguen sin respuesta, creando un clima de incertidumbre para un partido que podría haberse desarrollado en condiciones mucho más tranquilas.