Este martes, el Paris Saint-Germain se enfrentará al Arsenal en la Liga de Campeones en la segunda jornada de la fase de grupos. Un encuentro importante, decisivo para el club capitalino y en estas condiciones no hay que olvidar la existencia de los medios franceses. Ousmane Dembélé, delantero parisino de 27 años, ausente del grupo, habría tenido, según el diario el equipoun altercado con Luis Enrique, su entrenador y es este último el responsable de su ausencia del grupo. Una tensión que ya existe desde hace varias semanas, según informan los medios de comunicación de Ile-de-France.
“Ya la temporada pasada, Dembélé se quejaba, en privado, de algunas sesiones que consideraba poco intensas”
“La culpa, según fuentes cercanas al club, fue una acalorada discusión en las horas posteriores a la victoria contra el Rennes el viernes (3-1). Un interrogatorio en el que no se habría apreciado el comportamiento del exjugador del Barcelona (2017-2023), al que también se le retirará el bono ético.
El francés también se reincorporará muy pronto al grupo. Aunque quisiera restar importancia al asunto, esta disputa entre los dos hombres no es tan trivial. Luis Enrique no debería reprocharle esto a su jugador por mucho tiempo, pero estos desacuerdos se produjeron después de varias semanas en las que la tensión pudo aumentar por momentos en el lado francés.
Ya la temporada pasada, el extremo de 27 años se quejaba en privado de algunas sesiones que no consideraba suficientemente intensas para su gusto antes de partidos importantes. Las críticas han llegado a oídos de Luis Enrique”.
Estos enfrentamientos entre jugadores y entrenadores ocurren en todos los clubes y no tienen nada de sorprendente. Dembélé sigue siendo un jugador muy apreciado por Enrique, como decía habitualmente en las ruedas de prensa. Que lo excluyan del grupo sigue siendo completamente normal. El PSG ya afirmó que su estrategia fue otra, su gestión del club y de los jugadores fue diferente, lo que no deja ningún privilegio a nadie.
En este caso, si Ousmane Dembélé faltó el respeto al entrenador y al equipo, se tomó la decisión correcta al sacarlo del grupo. No todo es siempre bonito y color de rosa en un vestuario. Lo más importante es que el jugador entienda su culpa, que haya una discusión clara entre ambas partes para poder distribuir sobre buenas bases lo que resta de temporada.