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Hemos escuchado mucho sobre los grupos de votantes con los que Kamala Harris parece estar luchando, o al menos no haciéndolo tan bien como a Joe Biden con ellos hace cuatro años. Sin embargo, el vicepresidente tiene una pequeña ventaja nacional sobre Donald Trump. ¿Cómo es eso posible?
Resulta que a Harris también le está yendo particularmente bien como demócrata entre grupos con los que a los recientes candidatos presidenciales de su partido les ha ido mal.
Uno de esos grupos son las personas mayores. Harris puede ser el primer demócrata en ganar votantes de 65 años o más desde Al Gore en 2000.
Eche un vistazo a las recientes encuestas nacionales. La encuesta de CNN/SSRS realizada esta semana encontró que Harris aventaja al expresidente entre un 50% y un 46% entre las personas mayores. Nuestra encuesta no es un caso atípico. La encuesta promedio sitúa a Harris tres puntos por encima de Trump entre las personas mayores.
Este es un cambio marcado con respecto a antes de que Biden abandonara la carrera en julio y con respecto a las estimaciones finales de 2020. Tanto el promedio de las encuestas de principios de este año como los resultados postelectorales de 2020 mostraban a Trump 4 puntos por encima de Biden entre los votantes que tenían 65 años o más.
El hecho de que a Harris le vaya mejor con las personas mayores que a otros demócratas anteriores a ella no es la mayor sorpresa. A Biden le fue considerablemente mejor con los votantes de mayor edad en 2020 que a Barack Obama en 2012, a pesar de un desempeño nacional similar entre todos los votantes.
Aún así, cualquier avance entre las personas mayores llegaría en un momento necesario para Harris, quien está teniendo dificultades (para ser demócrata) entre los votantes jóvenes en la encuesta nacional promedio.
Si bien ninguna campaña quiere perder votantes, un intercambio de votantes más jóvenes por votantes mayores es potencialmente bueno para Harris. Hay más personas mayores que adultos menores de 30 años en Estados Unidos.
Además, los estadounidenses de mayor edad superan su peso porque tienen más probabilidades de estar registrados para votar y emitir su voto. Encuestas recientes del New York Times/Siena College sitúan a las personas mayores en alrededor del 29% del electorado, en comparación con sólo alrededor del 13% para los votantes menores de 30 años.
Aunque las matemáticas exactas difieren según el estado, la idea general de que los votantes de mayor edad constituyen una proporción mucho mayor del electorado que los votantes más jóvenes también es cierta en los estados indecisos.
Y el poder del bloque de votantes de más edad en comparación con el más joven no hace más que crecer. En 1980, por ejemplo, el 22% del electorado tenía menos de 30 años. Sólo el 17% eran personas mayores, según estimaciones de la Oficina del Censo de Estados Unidos. En el año 2000, las personas mayores constituían una proporción mayor (un 20%) que los menores de 30 años.
Por supuesto, es posible que las encuestas preelectorales no sean precisas. Hace cuatro años, hubo señales de que los votantes mayores estaban cambiando para volverse más demócratas. Trump los ganaría, aunque por un margen menor del que uno podría haber esperado dado el margen de votación nacional.
Sin embargo, las encuestas de hace cuatro años sugirieron que a Biden también le estaba yendo mejor que al demócrata promedio entre los votantes más jóvenes, lo cual es muy diferente de lo que ocurre ahora. Pero resultó que las encuestas sobrestimaron la posición de Biden entre la mayoría de los grupos votantes.
Curiosamente, esta posible despolarización de la edad entre los segmentos más jóvenes y de mayor edad del electorado se produce cuando también estamos viendo una despolarización racial. A Trump le está yendo bien como republicano entre los votantes negros e hispanos, del mismo modo que a Harris le está yendo mejor que a Biden entre los votantes blancos.
Menciono la despolarización racial porque las matemáticas son similares para Harris. Al igual que con la demografía por edades, está perdiendo apoyo entre los grupos de votantes que constituyen una proporción menor del electorado (votantes negros e hispanos) y parece estar ganando con un grupo más grande (votantes blancos).
Esa compensación en este momento está funcionando bastante bien para Harris en las encuestas. La pregunta es si seguirá funcionando para ella o si los avances de Trump entre los votantes más jóvenes, negros e hispanos anularán cualquier avance que Harris haya tenido entre los votantes blancos y mayores.
Independientemente de lo que termine sucediendo, parece que hay muchas posibilidades de que veamos un electorado menos dividido entre ciertos grupos demográficos clave de lo que estamos acostumbrados a ver.
