El Palacio de Buckingham abrió recientemente sus puertas a Tony Hudgell, de nueve años, y su familia, dice
Gente. Un evento excepcional organizado por la propia reina consorte Camilla Parker Bowles. Pero para entender este gesto conmovedor hay que retroceder unas semanas antes..
De hecho, Tony, que tiene dos amputaciones, fue invitado a una fiesta en el jardín real organizada por el rey Carlos III. Desafortunadamente, un importante imprevisto impidió que la familia Hudgell estuviera presente.. Atrapados en los atascos de la autopista M20, no pudieron llegar a tiempo al palacio. Una enorme decepción para Tony, muy implicado en la causa de los niños enfermos.
Una invitación real y una tarde inolvidable.
Afortunadamente, la historia no termina ahí.
Conmovidos por la desventura del joven y su compromiso caritativo, los miembros de la familia real cumplieron su promesa. Fue así como el pasado 26 de junio, Tony y su familia pudieron por fin poner un pie en el prestigioso Palacio de Buckingham.
Allí les esperaba un programa hecho a su medida. Tras asistir a la ceremonia del Cambio de Guardia, momento emblemático de la monarquía británica, Tony y sus seres queridos tuvieron el privilegio de compartir un té en el salón de verano del palacio en compañía de Camilla Parker Bowles. Un encuentro cálido y amistoso, como señala Paula Hudgell, madre de Tony. “Todos nos sentimos muy honrados de haber sido invitados al Palacio de Buckingham para tomar el té con la Reina. Fue una experiencia que nunca soñamos. Todos fueron muy amables y atentos, y nos sentimos cómodos y relajados.“, Ella explicó.
“Hablé con la Reina como si fuéramos viejos amigos”
Pero este momento único no quedó ahí. La reina consorte Camilla Parker Bowles entregó a Tony un prestigioso honor: la Medalla del Imperio Británico (BEM). Una recompensa que saluda el compromiso del joven dentro de la
Fundación Tony Hudgelluna asociación que cofundó para ayudar a niños enfermos.
Un fuerte gesto de la realeza que subraya la importancia de la labor caritativa realizada por Tony. Este último, visiblemente feliz por su día, le confió a su madre: “Hablé con la Reina como si fuéramos viejos amigos y ella fue encantadora conmigo.. Fue un momento excepcionalmente conmovedor cuando la Reina me entregó mi medalla BEM.“