¿Cuáles eran tus misiones cuando llegaste? ¿Acelerar el volumen de actividad? ¿Relanzar marcas de culto?
No tenía una misión específica. Tenía dos objetivos principales: que esta empresa volviera a crecer y encontrara una buena rentabilidad. Nada más llegar, antes incluso de pensar en una estrategia comercial, decidí revisar la línea editorial de la empresa para permitirnos tener un lugar propio en el mercado. Tenía dos palabras en mente: autenticidad y proximidad.
Con estas dos palabras como leitmotiv, trabajamos en nuestro catálogo, en nuestras marcas fuertes para hacerlas evolucionar hacia una mayor autenticidad y proximidad. Queríamos mostrar que estos programas que hacen único a Endemol están en contacto directo con el día a día de los espectadores. Por eso creamos juegos de televisión con candidatos de todos los orígenes, organizamos un concurso con panaderos reales, hacemos “Star Academy” con jóvenes cantantes apasionados o “Secret Story” con candidatos auténticos. Incluso cuando hacemos “Hijos de la TV” con famosos, les presentamos imágenes de sus inicios cuando eran absolutamente desconocidos.
¿Querías borrar la imagen reality y un tanto “basura” que tenía Endemol a principios de los 2000?
La imagen de Endemol era sobre todo la de una empresa muy importante, a veces omnipresente entre determinadas emisoras. Lo que quería sobre todo es que seamos auténticos, en la verdad de quiénes somos y que no seamos sospechosos de manipulación. Porque muchas veces en la televisión, en las redes sociales, escuchamos esta pequeña música: “es la producción la que decide”, “es la producción la que manipula las imágenes”.
Lo que hemos estado tratando de hacer durante tres años es seleccionar personas tal como son y mostrarlas en la pantalla tal como son. Somos muy amables con las personas que hacen nuestros programas y especialmente con los espectadores que nos ven.
Para lograr todo esto, hemos desarrollado procesos para informar mejor a los candidatos, por ejemplo. Nos comunicamos con ellos mucho más que antes. Antes de que comience una aventura, se les dice lo que va a pasar. Sus seres queridos también. De esa forma, no hay sorpresas.
¿Cómo se traduce esto en la práctica?
Hoy en día, el apoyo a las personas que participan en nuestros espectáculos se realiza desde muy temprano. Por ejemplo, vi a todos los participantes de “Secret Story”, uno por uno, antes del inicio de la aventura y los veo a todos después de su salida para explicarles lo que les sucederá. Esto es algo que no se hacía antes. También cuentan con el apoyo de psicólogos antes, durante y después del espectáculo. Este también es el caso de los equipos de coordinación y comunicación, por ejemplo para protegerse de las redes sociales.
En este balance de sus primeros tres años en Endemol, ¿todavía hay algún fallo que se le queda en la garganta?
Siempre hay fracasos de audiencia. Una carrera como productor se compone de fracasos y éxitos. Estamos en una profesión donde existe una resiliencia extrema. No hay muchos trabajos en los que puedas equivocarte tanto. Tenemos que ser súper resilientes porque me equivoco en un programa y al día siguiente vuelvo a la emisora y digo ‘tengo algo más, va a estar muy bueno, cómpramelo’.
Creo que realmente no hemos tenido ningún fracaso, pero el único programa en el que me digo que las cosas podrían haber sido diferentes si la competencia hubiera sido diferente es ‘Masterchef’ en France 2. Cuando nos enfrentamos a ‘Mask Singer’ en TF1, Es más complicado que afrontar una serie americana. Creo que “Masterchef” seguiría al aire si el martes por la noche hubiésemos tenido que ver una serie estadounidense en TF1.
