El parisino revela que desde su celda, la influencer Poupette Kenza escribió una carta dirigida al juez de instrucción, adoptando un tono introspectivo. “Es hora de que cambie mi vida”escribe.
Lanzado en agosto
Kenza Benchrif, liberado del centro de detención de Rouen el 31 de octubre, todavía bajo supervisión judicial y acusado de “intento de extorsión de pandillas organizadas” y “asociación criminal”Quiere rehacer su vida lejos de las redes sociales.
A los 24 años, esta madre con millones de suscriptores en TikTok y Snapchat abandonó las redes sociales para dedicarse a su papel de madre en el Valle del Loira, lejos de Dubai. No se publicó ni una sola publicación, ni siquiera una instantánea de su redondo vientre cuando estaba a punto de dar a luz.
Como se ha revelado, Kenza Benchrif está acusada de haber solicitado a un secuaz que extorsionara a su ex agente Caroline con 350.000 euros, mediante amenazas e intimidación. Según nuestros compañeros, todo empezó con un conflicto financiero: Kenza acusó a Caroline, que gestionaba sus sociedades, de haber malversado fondos a través de una cuenta en el extranjero, acusación que esta última negó.
Fue arrestada en julio.
Detenida en julio, la influencer negó estar detrás del plan, culpando inicialmente a su marido. Pero en octubre, durante el interrogatorio, admitió ser la autora de los mensajes incriminatorios: “Yo soy quien escribió estos mensajes”. Según ella, su marido le pidió que se hiciera responsable de “sacrificio”dado su avanzado embarazo. El análisis de su teléfono reveló 141 intercambios con Éric O., el hombre de confianza, apodado “Casco“.
Kenza asegura que la intención era simplemente presionar, sin violencia. Sin embargo, Éric O. habría superado los límites: en febrero, delante de la escuela de los hijos de Caroline, amenazó a la pareja, alardeando de no “tener miedo de matar” y mostrando fotografías explícitas. Luego, la pareja informó a la policía, que lo arrestó y le encontró una granada.
En los intercambios, ella expresa su impaciencia: “¿Pagué 25.000 euros sólo para que me dijeran que me devolviera el dinero?” Su abogado, Me Jérémy Kalfon, defiende a una mujer “aislado y en completo malestar”quien habría perdido la lucidez. Mientras está detenido, Kenza Benchrif parece haber dado un paso atrás. “A veces confundo mi personaje, en la constante exageración, con mi verdadero yo.”confesó.