Lo que les hacemos a los candidatos en este lugar antes de la competencia es un secreto bien guardado. La “sala HMC” es un paso obligado y a veces traumático para las aspirantes a la corona de Miss Francia…
Las 30 aspirantes a la corona de Miss Francia 2025 viven actualmente su viaje de preparación a Costa de Marfil. Una estancia intensiva, salpicada de visitas, sesiones fotográficas, incluida la famosa sesión de fotos en bañador, actividades culturales y deportivas y sesiones de grupo. Una auténtica maratón en las afueras de Abiyán, antes del sprint final la noche de las elecciones, el 14 de diciembre, en Futuroscope de Poitiers.
Pero no todo es diversión antes de la competición. También hay que realizar exámenes, incluido el famoso cuestionario de conocimientos generales presentado esta semana, hacer presentaciones, ensayar coreografías, tomar clases de pasarela (o el arte de caminar como una top model) así como talleres intensivos de belleza, que van desde el peinado hasta el maquillaje. , incluida la prueba de los atuendos que se usarán en la gran noche.
Uno de los retos del evento para cada uno de los candidatos es mostrarse de la mejor manera, pero también poder transformarse en unas fracciones de segundo entre los diferentes “tableaux” que compondrán la velada. Y muchas veces decimos: “hay que sufrir para ser bella”. Por eso los candidatos deben pasar por etapas tan obligatorias como despiadadas: sesiones donde se escrutan todos sus defectos y donde el objetivo es “realzar su belleza” según el plazo establecido.
Incluso se le ha dado un nombre a la “sala de tortura”, donde son examinados desde todos los ángulos y renovados: la sala “HMC” para “vestirse, maquillarse y peinarse”. Un lugar donde deberán pasar horas en Costa de Marfil en este mismo momento, pero que también se instalará en Poitier el 14 de diciembre, para el gran espectáculo. Una veintena de pequeñas manos expertas se ocupan de transformar a las treinta jóvenes en máquinas de seducción.
Escotes precisos, secadores impecables, maquillajes sofisticados, manicuras cuidadas, sonrisas ultraluminosas… En la sala HMC nada se deja al azar para que sean perfectas en todas las circunstancias. La estilista Aurore Donguy está a cargo de los outfits. Ella reveló en Gala algunas reglas que aplica en este antro de belleza: marcar las tallas, favorecer “faldas o vestidos cortos para dejar ver las piernas”, “tops bastante pegados al cuerpo, para enfatizar las formas”.
A menudo abordada con entusiasmo, la sala HMC es también el lugar de las dudas y del sufrimiento ante los complejos más enterrados, como pudo insinuar un reciente reportaje de Le Parisien dedicado a la composición de las Misses. Y a ello se le suma el estrés del reloj. “Hay que encontrar pequeños consejos para estar guapa en el menor tiempo posible”, afirma Cindy Fabre, la directora del concurso. “La gente guapa tiene una misión, ser aún más bella. Siempre deben hacerlo mejor. […]. Son vigilados constantemente. Siempre más bonito y más rápido”, resume también el artículo. No hubiéramos dicho nada más.