Jason Haight, propietario de una finca alquilada para una fiesta organizada por P. Diddy, relata una velada marcada por excesos extremos. Entre exigencias insólitas y escenas impactantes, el testigo detalla lo que descubrió tras el hecho.
Mientras P. Diddy permanece tras las rejas, acusado de tráfico sexual y extorsión, nuevos testimonios añaden combustible al caso. Jason Haight, propietario de una finca donde el rapero celebró su cumpleaños en 2014, contó al Daily Mail detalles inquietantes sobre la velada que supuestamente se salió de control.
“Pidió cambiar las cerraduras de todas las habitaciones”explica Jason Haight. El asistente personal de Diddy se había puesto en contacto con el propietario antes del evento para asegurarse de que se cumplieran ciertos requisitos. Entre ellos: la instalación de nuevos detectores de humo. “Cuando le hice entender que ya había una en todas las habitaciones, me informó que prefería que estas también estuvieran instaladas antes de su llegada”.añade.
Se esperaban cerca de 800 invitados, pero se presentaron alrededor de cien personas más. La fiesta, que se prolongó hasta las tres de la madrugada, tomó un cariz extraño. Según el propietario, varios participantes estaban bajo los efectos de drogas y el propio Diddy estaba en “un segundo estado”.
Escenas impactantes
Al día siguiente, Jason Haight descubrió el daño dejado esa noche: “Había cocaína por todas partes. Era asqueroso. Había botellas rotas por todas partes, condones usados y hojas de afeitar”. El testimonio no termina ahí. “Había manchas de sangre en las sábanas, lubricante en los gabinetes y pisos de mármol”continúa. Entre los artículos abandonados en el lugar: pantalones, sujetadores y hasta dos iPhones.
Artista polifacético y figura influyente en la industria musical, P. Diddy está hoy acusado de haber utilizado su imperio para instaurar un violento sistema de explotación sexual. Se enfrenta a varias denuncias de violación y agresión sexual. El rapero se declaró inocente y afirma ser inocente.
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