Para conmemorar el 50 aniversario, Leonardo DiCaprio no hizo las cosas a medias. Según “Page Six”, el sábado 9 de noviembre, el actor ganador del Oscar (“The Revenant”) reunió nada menos que 500 invitados en la suntuosa residencia de Sybil Robson Orr en Los Ángeles, también conocida como la sobrina de los fundadores de los supermercados Walmart. (es decir, había suficiente para repostar). En el programa: comida privada, ambiente digno de los Oscar y DJ Meel en el plato para amenizar la noche hasta las 4 de la madrugada.
La fiesta, digna de la fama de gran estrella de Leo, alcanzó cotas de glamour. El catering del restaurante Nobu, champán Telmont ilimitado y una misteriosa tarta “muy especial” deleitaron a los invitados. Siempre discreto, el actor exigió que las cámaras de los teléfonos estuvieran cubiertas con pegatinas.
A pesar del bloqueo mediático impuesto, sabemos a través de Instagram que la élite de Hollywood estaba allí. Steven Spielberg, Robert De Niro, Brad Pitt acompañados por la ginebrina Inès de Ramon, Katy Perry (que celebró su 40 cumpleaños en Ginebra) y Orlando Bloom, además de Dr Dre y Paris Hilton. También en la pista de baile estuvieron Chris Rock, Jamie Foxx e incluso Guillermo del Toro. Se aseguraron de que la fiesta fuera inolvidable, pero no sabremos más. En resumen, si tan sólo las paredes pudieran hablar…