Las autoridades de Uzbekistán pronto introducirán una “examen moral” al contenido de medios, canciones o incluso películas antes de su publicación, anunció una agencia de prensa estatal. “Es muy importante impedir la difusión de contenidos mediáticos que perjudiquen la educación de los jóvenes y nuestra mentalidad nacional”. informó el lunes 11 de noviembre la agencia de noticias Khabar, portavoz del Ministerio de Comunicaciones de Uzbekistán, citando un informe de varias autoridades estatales.
“Se introducirá un procedimiento de revisión moral para canales de radio y televisión, redes sociales, series de televisión, dibujos animados, películas, canciones y clips”. continúa la agencia Khabar.
Este informe pregunta “analizar el cumplimiento” del contenido objetivo y su “nivel de compatibilidad” con los valores de Uzbekistán, una antigua república soviética laica de unos 35 millones de habitantes y de mayoría musulmana. Sin detallar, el texto promete que “Se tomarán medidas para impedir la difusión de productos mediáticos que amenacen la educación de los jóvenes y la mentalidad nacional”, en este país de Asia Central con reflejos todavía autoritarios a pesar de las promesas de liberalización.
Según Khabar, esta decisión fue tomada por el Ministerio de Cultura, el Centro de Espiritualidad y Educación, la Asociación de Medios de Comunicación de Uzbekistán y una agencia que supervisa “la unificación de la política estatal de información”, órgano durante un tiempo encabezado por una de las hijas del presidente Chavkat Mirziyoyev.
Este anuncio llega en un momento en que los artistas uzbekos ya han sido perseguidos por el Estado, en particular debido a “ropa inapropiada” usado por las mujeres. Y según un proyecto de ley, cada actuación de los artistas en escena debe ser previamente validada por las autoridades.
El presidente Mirzioyev, que llegó al poder en 2016 tras la muerte de su predecesor Islam Karimov, llevó a cabo varias reformas liberales para romper con el aislamiento del régimen uzbeko, prohibido durante mucho tiempo por la comunidad internacional por su represión de la sociedad civil.
Uzbekistán ha logrado atraer inversión extranjera y desarrollar el turismo, pero la oposición política sigue siendo inexistente, la sociedad civil casi inexistente, mientras que la prensa y la economía siguen controladas principalmente por el Estado.
El país retrocedió en la clasificación mundial de libertad de prensa elaborada por Reporteros sin Fronteras después de un breve período de mejora tras la elección de Chavkat Mirziyoyev en 2016, y en 2024 ocupó el puesto 148 entre 180 países.