Desde hace varios meses, la tensión entre el rey Carlos y el príncipe Andrés va en aumento. De hecho, el soberano británico quiere que su hermano, el príncipe Andrés, caído en desgracia por sus vínculos con el asunto Epstein, abandone la Royal Lodge (de la que tiene un contrato de alquiler hasta 2078, ndr.) para mudarse a una más pequeña… y una casa menos costosa.
A partir de ese momento se produjo un verdadero enfrentamiento entre los dos hermanos. Inicialmente, el rey Carlos decidió no renovar el contrato de seguridad previsto para la Logia Real. Unos meses antes se habían realizado obras en la casa y se había pedido al príncipe Andrés que abandonara el lugar. Lo cual rechazó categóricamente por temor a no poder vivir allí ni siquiera una vez terminadas las renovaciones. Finalmente, hace unos días supimos que el Rey también había decidido retirar la asignación anual destinada al Príncipe Andrés. Este último importe asciende a un millón de libras esterlinas, lo que supone una gran pérdida de ingresos para el Príncipe.
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