Extremadamente discreta durante el primer mandato de su marido, a menudo distante y de rostro cerrado, Melania Trump sorprendió a todos el martes por la noche. La futura primera dama apareció en el escenario con una brillante sonrisa, visiblemente encantada de estar allí. La guinda del pastel: estrechó la mano de su marido, una muestra de cariño que parecía guardar con horror en el pasado.
El miércoles por la noche, la futura primera dama de Estados Unidos publicó un mensaje lleno de optimismo sobre X. “Preservaremos el corazón de nuestra república: la libertad. Espero que los ciudadanos de nuestra nación se comprometan unos con otros y superen la ideología en nombre de la libertad individual, la prosperidad económica y la seguridad”.
“La energía, las habilidades y el liderazgo estadounidenses reunirán a nuestras mejores mentes para impulsar a nuestra nación hacia el futuro, por los siglos de los siglos”, escribió Melania Trump.
La ex modelo de 54 años marcó brevemente la campaña de su marido con la publicación de sus memorias unas semanas antes del día de las elecciones. Pocas revelaciones, pero una posición que va a contracorriente del campo republicano: una ferviente defensa del derecho al aborto.
Nacida en lo que hoy es Eslovenia, llegó a la deslumbrante Nueva York de los años 90 para continuar su carrera. Es la tercera esposa de Donald Trump, con quien tuvo un hijo, Barron.
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