La inolvidable obra “Le diner de cons” de Francis Veber, que reunió en escena a Jacques Villeret y Claude Brasseur en 1993, se reedita este miércoles con anotaciones de Jacques Villeret, que interpretó el papel de François Pignon en el teatro, luego en el cine.
Una pequeña joya. Éditions Fayard publicará el miércoles 6 de noviembre el texto de la obra “Le diner de cons”, escrito de puño y letra por Jacques Villeret. Publicada por iniciativa de su hijo Alexandre Villeret para rendir homenaje al inmenso actor que fue su padre, veinte años después de su muerte en enero de 2005, la obra de gran formato, adornada con fotografías, revela así la estrecha escritura de Jacques Villeret.
A través de sus anotaciones y comentarios, es todo el duro trabajo del actor para dar vida al inolvidable François Pignon, papel que aceptó inmediatamente y que su hijo destaca. Invitado en L’Heure Des Pros, este 5 de noviembre, en CNEWS, su hijo explicó que “Lo que vemos allí es todo el trabajo realizado en la comedia, donde todo es preciso, porque nada no se deja al azar.
Un papel de culto, fruto de un trabajo minucioso
Un punto de vista que encontramos en el prefacio del libro: “Y Jacques… empezó a ennegrecer sus páginas. El trabajo fue quirúrgico, preciso, porque la comedia, como una partitura musical, requiere rigor”, señala Alexandre Villeret, sumergiéndose con sensibilidad en sus recuerdos de infancia y en la obsesión de su padre por “descubrir la melodía perfecta en (su) juego. Una melodía que sin duda dio vida a un personaje inolvidable.
Creada en septiembre de 1993 en el Théâtre des Variétés con Jacques Villeret y Claude Brasseur, la obra permaneció expuesta durante dos años antes de ser adaptada, también con éxito, al cine en 1998.
Jacques Villeret retoma su papel, esta vez junto a Thierry Lhermitte, en el papel de Pierre Brochant, un editor que cada miércoles participa con sus amigos en una cena para idiotas donde cada uno debe traer un “idiota”. El que encuentre el más espectacular es declarado ganador. Con François Pignon, coleccionista de modelos de cerillas y rey de los errores, Pierre Brochant seguramente ganará la partida, pero no es inmune a las sorpresas.
Con este papel, Jacques Villeret ganó el César al mejor actor en 1999.