Casi 60 años después de su primer LP, el emblemático bardo bretón Alan Stivell publica un doble álbum en directo, entre sinfonía celta y éxitos del folk-rock reinterpretados, para hacer “el recorrido del propietario” por su riquísimo universo musical antes de cumplir 81 años.
“Liberté – Roazhon” (estrenada el 8 de noviembre) fue grabada en colaboración con la Orquesta Nacional de Bretaña “pero no es necesariamente una nueva versión de la sinfonía celta” de 1979, explica Alan Stivell a la AFP en su casa-estudio al norte de Rennes. .
“Se trata de una grabación de concierto en directo, en formación sinfónica, que se interpretó en el Liberté de Rennes y en el Pleyel de París en 2022”, resume.
Parte de este álbum doble contiene extractos de la “Celtic Symphony”, pero también numerosos títulos folk o pop-rock que hicieron popular a Alan Stivell, como los famosos “Tri martolod”, “Brian boru” o “Pop -plinn”, reescritos para Orquestaciones sinfónicas.
“Es sinfónica, pero sigue siendo música de fusión, toda mi música tiene geometría variable”, insiste el artista. “Encontramos en el álbum una orquesta sinfónica, una orquesta celta y coros, pero también hay una bagad, solistas, un gaitero irlandés y mis músicos de rock habituales”, explica.
“Son más de 60 personas en el escenario. Al principio grabamos los conciertos simplemente como recuerdo, para poder volver a escucharnos en privado. Pero cuando escuché el resultado, tuve un deseo utópico: lanzar un álbum! “.
El problema es que un proyecto así requiere “un presupuesto enorme” y su discográfica habitual no lo considera rentable. Hasta que Alan Stivell encontró el sello Verycords, que aceptó el desafío. “Es bastante milagroso”, sonríe el artista entre sus preciosas arpas.
– Menos tradicional que Springsteen –
Para Alan Stivell, “Liberté – Roazhon” es representativo del viaje musical realizado desde que era niño y se enamoró del arpa celta que su padre había diseñado y montado en su apartamento parisino.
“Es una especie de trampa para el propietario, en este álbum están presentes muchos aspectos que son muy cercanos a mi corazón. En un momento se canta casi a capella, y en otras piezas todavía hay aspectos rockeros”, sin olvidando los elementos de las “músicas del mundo” que este abanderado de la identidad bretona siempre ha querido resaltar junto a la cultura celta.
“Un pie en Bretaña, un pie en el resto del mundo”, resume.
Y aunque “todavía queda trabajo por hacer”, la promoción de Bretaña y su cultura, por la que luchó a lo largo de su carrera, “aún ha experimentado un cambio importante”, se alegra Alan Stivell.
Desde los años 1960, “hemos pasado de un complejo de inferioridad a lo que casi sería un complejo de superioridad. Hay chauvinismo y todo eso, pero hemos visto una evolución muy significativa”.
El doble álbum puede terminar con una versión sinfónica de “Bro gozh”, el himno “nacional” de Bretaña, pero Alan Stivell afirma que en un mundo donde no hubiera sentido tanta necesidad de defender esta cultura celta, habría “quizás se dedicó exclusivamente a la creación”, lejos de temas y arreglos tradicionales.
“Hice esto para que los bretones se dijeran ‘mierda, valemos más de lo que realmente pensábamos’ y levantaran la cabeza”, afirma.
Pero insiste en decir que, contrariamente a lo que algunos piensan, él “no es un artista de música tradicional”.
“Hago música para hoy, utilizando temas tradicionales. Pero si tomamos a Bruce Springsteen, él está mucho más cerca de la tradición estadounidense que yo de la tradición bretona. ¡Y sin embargo, nadie calificará a Springsteen como un músico tradicional!”