La relación entre Carlos III y el príncipe Andrés de York ha llegado a un punto de no retorno. Según los informes, el rey ha decidido eliminar la asignación personal anual que paga a su hermano pequeño, estimada en alrededor de un millón de libras esterlinas al año, y dejar de pagar sus servicios de seguridad privada, cuya factura supera las siete cifras, según el biógrafo. Robert Hardman, citado por el “Daily Mail”. “El duque ya no es una carga financiera para el rey”, confirma otra fuente a los medios británicos.
Hace muchos meses, el rey Carlos III había expresado claramente su deseo de que el príncipe Andrés abandonara su enorme mansión de 30 habitaciones en Windsor, el Royal Lodge, instándolo a trasladarse a Frogmore Cottage, la antigua casa del príncipe Harry y Meghan Markle. Sin embargo, el duque de York firmó un contrato de arrendamiento de 75 años para esta hermosa residencia, que ocupa con su ex esposa, Sarah Ferguson, por un alquiler anual de 260.000 libras. Y la pareja tiene intención de quedarse allí durante mucho tiempo.
Sin embargo, según los términos del contrato de arrendamiento que firmó el príncipe Andrés, si no paga el mantenimiento y la seguridad de la residencia real, se le pedirá que abandone permanentemente las instalaciones. Sin embargo, estos dos puestos suponen una pequeña fortuna y el querido hijo de Isabel II no tiene otra fuente de ingresos. Por lo tanto, podría verse rápidamente sujeto a una orden de expulsión. ¡Lo cual completaría su descenso a los infiernos!
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