Sean Baker quería que las escenas de sexo de su película fueran naturales

Sean Baker quería que las escenas de sexo de su película fueran naturales
Sean Baker quería que las escenas de sexo de su película fueran naturales
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Cuando no está desempolvando su trofeo o permitiendo que sus amigos posen con él, Sean Baker poco a poco se va acostumbrando a la Palma de Oro que recibió por la encantadora comedia. Añora. “No puedo dejar de mirar y jugar con mi Palme”, ​​confiesa a 20 minutos. Nunca pensé que una película sexy e independiente como la mía pudiera ganar”. Greta Gerwig y su jurado decidieron lo contrario en el Festival de Cine de Cannes el pasado mes de mayo.

“No considero Añora como una película abiertamente política, explica. Sin embargo, hablo de un Estados Unidos despreciado: el de las trabajadoras sexuales que están demasiado inclinadas a estigmatizar”. La heroína que da título a la película (maravilloso Mikey Madison, todo un descubrimiento) es una stripper que no duda en cobrar por su persona hasta el día en que se cruza con el joven hijo de un oligarca que decide ‘casarse’. “Me han contado mucho sobre mujer bonita recuerda Sean Baker, “pero yo la veo más como una Cenicienta moderna, inocente a su manera”.

Quince escenas de sexo

Quien dice “trabajadora sexual” dice…sexo. Existen numerosas secuencias sexuales en Añora. “No intenté hacer que estos pasajes fueran eróticos”, dice el director de Cohete rojo. Están ahí más para mostrar cuál es su trabajo, con la implicación y la conciencia profesional que requiere, que para excitar al espectador”.

Hay quince escenas de sexo en Añora. Sean Baker cortó tres de ellos durante la edición no para censurarse a sí mismo sino porque le parecían redundantes. “Es una comedia, no una película para adultos”, insiste. No es que tenga el más mínimo problema con este género pero no era lo que quería decir en Añora. »

Un rodaje festivo

Las travesuras entre la joven y su pretendiente (interpretado por el excelente Mark Eydelshteyn) son de lo más alegres. “Su comodidad era lo que más me importaba”, recuerda Sean Baker. Me aseguré de que no sintieran vergüenza en ningún momento. Fue un proceso de colaboración bastante festivo porque quería que las escenas íntimas fueran naturales”. Hasta el punto que el dúo añadió más por el bien de la película. Un memorable salto mortal de Mark Eydelshteyn, desnudo como un gusano, hizo reír al público.

“Mikey y Mark vinieron a mí con ideas para puestos que nunca me habría atrevido a plantearles”, se ríe Sean Baker. Eso significa que se sintieron bien en el set. » Tenga en cuenta, sin embargo, que estas escenas son, por supuesto, simuladas. “En Estados Unidos, la gente los encontraba impactantes, pero mi país es realmente muy puritano porque, por mi parte, no los encuentro gráficos. » Nosotros tampoco.

La acción en cuestión

Sean Baker admite tener muchas más dificultades para dirigir las escenas de acción que las de sexo. “Tenía miedo constante de que la gente saliera herida”, bromea. Creo que la violencia está menos arraigada en mis genes que el culo. » La llegada de secuaces de la mafia rusa a la historia genera algunos rifirrafes más divertidos que brutales. Añora ha traído a Cannes una ola de locura que debería extenderse a las salas francesas.

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