Desde mediados de los años 40, su nombre ha aparecido en las portadas de cerca de 200 álbumes como acompañante de grandes personalidades del jazz o como líder de sus propios grupos. En activo hasta finales de la década de 2010, sonriendo y en plena alegría del jazz, el baterista estadounidense Roy Haynes falleció el martes 12 de noviembre en el condado de Nassau (estado de Nueva York), a la edad de 99 años, a consecuencia de un “enfermedad breve”tal y como indica su hija, Leslie Haynes-Gilmore, en un artículo publicado en el New York Times.
Lea la reseña (2003): Artículo reservado para nuestros suscriptores. Jazz Roy Haynes toca su “diddit” en Sunside
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Su constante atención a la evolución del jazz le llevó, que había debutado durante la revolución del bop, a ser un músico sin anteojeras. Su forma de tocar, a su vez potente y delicada, se desarrolló en la caja con redobles a toda velocidad de gran finura, pero también su forma de romper el compás con el platillo de doble charles, su musicalidad en los platillos y la precisión de su gesto tendrán le valió la admiración de muchos bateristas.
Nacido el 13 de marzo de 1925, en el barrio de Roxbury de Boston (Massachusetts), Roy Haynes aprendió a tocar la batería de forma autodidacta, escuchando la radio, discos y observando a los músicos durante los conciertos. Primero tocó con grupos que actuaban en Boston y sus alrededores, trasladándose a Nueva York en 1945. Estuvo contratado hasta 1947 en la orquesta de Luis Russell, que tocaba regularmente en el Savoy Ballroom y en el Apollo Theatre, luego se unió al saxofonista Lester Young, luego trombonista Kai Winding.
Álbumes de referencia
De 1949 a 1952, acompañó frecuentemente al saxofonista Charlie Parker en grabaciones y conciertos, y participó en numerosas sesiones, en particular con el pianista Bud Powell (las del álbum El asombroso Bud Powellque se publicó en 1952), con el saxofonista Stan Getz, el pianista Thelonious Monk, el trompetista Miles Davis… De 1953 a 1958 acompañó principalmente a la cantante Sarah Vaughan, ya sea en pequeñas formaciones o con orquestas más grandes, con sofisticados arreglos (álbumes En la tierra del alta fidelidad1955, Balanceándose fácil1957, Fuera de horario en la London House, 1959).
Muy solicitado hasta mediados de los años 1990, se le puede encontrar en decenas de álbumes, algunos de los cuales se consideran referencias en la historia del jazz. citemos Hacia afuera (1960), ahí fuera (1960), Genio + Alma = Jazz (1961), de Ray Charles, El blues y la verdad abstracta (1961), de Oliver Nelson, Pila de humo (1966), el pianista Andrew Hill, Ahora canta, ahora solloza (1968), del pianista Chick Corea con el contrabajista Miroslav Vitous – trío que se reformará varias veces…
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