Un poco fantasiosa y realizada con convicción, la falsa película de aventuras de Xavier Beauvois esconde una dura historia sobre el alcoholismo.
Agotado por las deudas, Jean-Paul (Jean-Paul Rouve) debe, con su pequeña hija, volver a vivir con su padre (Pierre Richard), que gestiona el restaurante que anteriormente regentaba la difunta esposa de Jean-Paul. Cuando no puede retomar el rumbo, Jean-Paul decide hacer la Vendée Globe en un juego de simulación en línea desde el velero instalado en el jardín familiar. Del jardín a la casa, la película de Beauvois narra una doble historia: por un lado, el endurecimiento de la estructura familiar en torno al restaurante que pronto se hará cargo del hijo mayor de Jean-Paul, por otro, su aventura marina, que va primero y sobre todo mediante la abstinencia del alcoholismo.
Una trayectoria redentora que no perdona a su protagonista (una escena escalofriante donde el olor a alcohol desinfectante está a punto de hacerle caer de nuevo) y evita adoptar una visión complaciente o simplista de su tema. Jean-Paul Rouve convence por la sencillez de su partitura y construye una interpretación conmovedoramente sincera. Una sencillez que se generaliza a lo largo de la película, abandonando una ambición plástica de la puesta en escena en favor del desarrollo de una mirada justa y tierna sobre sus personajes.
Detrás de esta falsa película de aventuras, que se entrelaza con la crónica familiar, se esconde una oscura y dura historia sobre el alcoholismo. El valle de los tontos En realidad, no cuenta nada más que un hombre que decide encerrarse por miedo a volverse peligroso para él y sus seres queridos. Para ello, lo virtual actúa no sólo como una cápsula que protege y aísla de la realidad, sino también como su acelerador, su amplificador. El viaje inmóvil de Jean-Paul adquirirá para él las características de una gran epopeya íntima y reconstituyente, mientras que los patrocinadores pronto se posicionarán para favorecer el progreso del jugador, como la verdadera Vendée Globe. En una escena, lo virtual y lo real se unen en un movimiento que dibuja un horizonte alegre en torno al sueño.
El valle de los tontos de Xavier Beauvois, con Jean-Paul Rouve, Pierre Richard (viernes, 2024, 02:07). En cines el 13 de noviembre.
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