Actor desde la adolescencia, Riton Liebman experimentó un ascenso meteórico, luego un descenso a los infiernos antes de reconstruirse. El artista recuerda su pasado y comparte su historia con Christophe Dechavanne.
Nacido en Bruselas en 1964, Riton Liebman causó sensación a los 13 años, cuando fue elegido para un papel en la película de culto “Preparez vos mouchoirs” de Bertrand Blier. Junto a Gérard Depardieu, Patrick Dewaere y Carole Laure, el joven Riton protagonizó una película que ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 1977. Inmediatamente saltó a la fama y se convirtió en el nuevo prodigio del cine francófono.
Este repentino ascenso lo llevó rápidamente a París, donde entabló amistad con celebridades como Vanessa Paradis y Florent Pagny y le abrió las puertas del séptimo arte, donde se codeó con figuras notables como Thierry Lhermitte, Claudia Cardinale, Michel Serrault y Richard Berry.
La sombra detrás del foco de atención: el descenso a las drogas
Pero detrás del éxito, Riton comienza a sufrir la sombra impuesta por el éxito de sus camaradas y su propia celebridad. La presión y el intenso ritmo de vida le llevan a la adicción. En plenos años 80, se convirtió en un habitual del Mirano, un club emblemático de Bruselas, donde se codeaban las estrellas pasajeras.
Con el tiempo, cae en las drogas, una espiral destructiva que impacta tanto en su vida personal como profesional. En los platós, su comportamiento se deteriora, hasta el punto de perder la confianza de quienes lo rodean y sus allegados. “Poco a poco fue cayendo en las drogas y se volvió adicto”dice su madre, Adeline Liebman. “Para él fue un descenso a los infiernos, pero no lo sabíamos”.añade su hermana Sophie.
Redención: un centro de rehabilitación y una segunda oportunidad
Después de quince años de feroz lucha contra la adicción, Riton tomó la decisión de buscar tratamiento. Luego ingresó en un centro de rehabilitación en Soissons, en el norte de Francia, dirigido por Kate Barry, la hija de Jane Birkin. Este centro, conocido por su método de tratamiento sin tratamiento farmacológico, impone una estricta disciplina. “Los dos meses más duros de mi vida”recuerda, pero decidido, supera la dura prueba.
Liberado de sus demonios, Riton Liebman recupera el gusto por la creación. Convertido en autor, subió al escenario para contar su historia y su resiliencia a través de varios espectáculos unipersonales, llegando a un público que lo redescubrió bajo una nueva luz. Aún actor, mantiene un fuerte vínculo con el cine e incluso dirigió una película inspirada en su pasión por el fútbol y el Standard de Lieja. “Creo mis propios proyectos, escribo y hago mis espectáculos”confiesa.
Vea “Las tormentas de la vida”, presentado por Christophe Dechavanne todos los martes a las 20:25 en RTL tvi y en streaming en RTL play.
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