lo esencial
La proyección de “Louise… ou le temps d’une walse” me trajo recuerdos.
Entre los espectadores presentes en la proyección de la película “Louise… o la hora del vals” del Caméra-Club querido por Jean-Pierre Miquel, pocos fueron los que no tuvieron un pensamiento, un poco de emoción y tal vez incluso una Lágrima en el rabillo del ojo al recordar la trilogía de Marcel Pagnol: “La gloria de mi padre”, “Los castillos de mi madre”, “El tiempo de los secretos”. Los dos directores querían capturar la esencia de sus respectivas regiones: la Provenza para uno, el bajo Quercy para el otro. Esta última película, guardada desde 2006, ofreció una sesión de regreso llena de humor, risas y emoción, contando las aventuras de Luisa, pero también las de Augusto, Aquiles, Antonino y otros personajes sorprendentes. Una vida salpicada de trabajo, como la recolección de heno, intercalada con el Ángelus y momentos de relajación: el baile de las Trieuses, la caza furtiva, la noche en el río. Todo esto provocó risas y emociones, recordando rupturas románticas o dramas suavizados por la generosidad de Antonin. La enfermedad de Aquiles, su acercamiento a Leonia y su inminente matrimonio también conmovieron a los espectadores.
Jean-Pierre Miquel supo construir una película con escenas divertidas, rumores de fanáticos, sermones y confesiones sorpresa, pero también aventuras románticas felices y dramas suavizados, todo ello coronado por la visita del alcalde y las condecoraciones del concejal general. Lo que deleitó a los espectadores.
En conclusión, una velada de amistad y de intercambio cuidadosamente orquestada por el Caméra-Club de Jean-Pierre Miquel y su equipo, calurosamente aplaudida. Estos estímulos exigen que otros destaquen Moissac y celebren la convivencia.