Un fisel seguido de una gavota montañesa. En la inauguración de Ephémères, el festival Zef et Mer, el grupo Zaiëk, recibiendo una gran ovación, marcó la pauta: ¡hemos venido a escuchar música bretona! En este caso, hay kan ha diskan a dos y tres voces (cuando no es el violín el que responde) que te pondrá hormigas en las piernas. Con el tono particular que ofrece la presencia del clarinete bajo, instrumento típico de la Bretaña Central.
Ecléctico, eléctrico y poético.
Ésta no es la única particularidad que adornó este descubrimiento de la producción bretona 2024-2025, en un programa que nos permitió escuchar, en bretón (principalmente), francés e inglés, puramente tradicional o enriquecido con tonos, además, rock-folk y incluso el rap explosivo de Plouz ha Foen, un dúo joven que se ganó al público.
Otra sorpresa, en el torbellino “ecléctico, eléctrico y poético”, protagonizado por el baz valan Ludovic Plestan, un raro momento dado a la música clásica bretona de Langlais, Ropartz o Le Flem por el dúo de piano y violonchelo Pavie-Ripoche, aclamado por los espectadores.
Las próximas reuniones
Zef seguirá resonando en la zona de Briochine en los próximos días con: espectáculos para el público joven, el 15 de enero de 15.30 a 17.30 horas, en la mediateca de Plédran; fest-noz, el sábado 18 de enero a las 21 h, en la sala Horizon de Plédran (8 euros); Cuentos de Yann Quéré, domingo 19 de enero a las 15:30 horas, en Ti ar Vro-L’Ôté, en el puerto de Légué (10€/8€/6€).